El Banco Central volvió a corregir a la baja la proyección de crecimiento de Paraguay para este 2020. De 2,5% estimado en abril pasó a julio a 3,5% en su última revisión y en la que señalan los efectos de la pandemia que provocaron un shock de oferta y demanda.
No obstante, los especialistas alertaron que esto dependerá en gran parte del comportamiento ciudadano respecto a las medidas sanitarias que deben cumplirse estrictamente, de modo a que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) no sea mayor. Así lo advirtieron durante la presentación virtual de esta mañana que estuvo a cargo de César Rojas, jefe de División Análisis del Sector Real, y Miguel Mora, economista Jefe del Banco Central del Paraguay (BCP).
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Para entender la caída estimada, explicaron que la pandemia generó un shock de oferta y de demanda a nivel mundial y local, por la menor actividad económica, menor cantidad de empleo como consecuencia de la caída de la oferta, por el cierre temporal de las empresas debido a las medidas sanitarias que obligaron a cerrar, lo cual repercutió en los hogares con una pérdida de ingresos sumados a una mayor incertidumbre.
En cuanto a la demanda, con la disminución del consumo también cayó la inversión, el empleo, menor demanda externa por el cierre de fronteras, la caída precio de los commodities, el aumento prima de riesgo, la reducción del turismo, cancelación de eventos, reducción del comercio de frontera, menor ingreso de brasileños, depreciación del real.
A todo esto se sumó la suspensión de las actividades de las empresas con menos horas trabajadas, caída de las ventas, merma en las importaciones que afectan directamente al fisco en las recaudaciones, un flujo de caja en declive, empleo e ingresos de los trabajadores a la baja y deterioro de expectativas de los consumidores y los empresarios.
Menor caída regional
Pese a los efectos negativos, los especialistas resaltaron que si los números se comparan con los indicadores de alta frecuencia de otros países, Paraguay es el país que presenta menor caída en la región, ya que los principales vecinos como Brasil que registra un deterioro significativo en su revisión, ya desde abril de 2019 cuando estimaba una contracción de 2,5%, en octubre a 0,5%, y ya para abril de este año a la baja de 5,3%, y en junio reciente incluso una retracción de 9,1%
Situación similar que se dio en la Argentina con retracciones sucesivas, con una proyección en abril de 2019 de 2,2% que pasó a 1,3%, y en abril de este año de una proyección estimada de caída de 5,7%, volvió a subir incluso a 9,9%. Así como Chile con una retracción de 7,5%, Colombia 7,8%, América Latina y el Caribe 9,4%, México 10,5% y Perú con 13,9% incluso. Esto, al igual que las economías avanzadas en su conjunto prevén una caída el 8% (incluyendo Alemania, Estados Unidos, Rusia, Japón).
Sectores
En cuanto a los sectores, en el primario como la agricultura y la ganadería están más exentas, que de 6,4% de crecimiento pasó a 8% en junio, se estima un crecimiento de 1,6% para el cierre, con 2,0% y 3,5% respectivamente, dado por la buena cosecha de soja en especial y mayor producción en cuanto a la faena.
En el sector secundario, del nulo crecimiento estimado en abril pasó a una contracción de 2,3% a junio, por lo que la caída esperada sería del 1,4%, en especial por las manufacturas con una retracción estimada de 2,9%, al igual que la producción de energía de 2,5 a 4,0% de abril a junio y estimada general del 1,3%. No así el rubro de la construcción que presenta una proyección positiva, ya que de 0% de crecimiento trepó a 5,5% al sexto mes del año, que se explica por ser el rubro que no paró desde el inicio de la cuarentena con las obras viales, luego sumándose las obras civiles con el avance de las fases.
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En tanto que en el sector terciario, se estima una caída del 1,3%, en especial por el comercio en un 0,7% proyectado y servicios varios en 1,9%, en especial del transporte, rubros de hotelería y restaurantes, pero algunos como las telecomunicaciones y el inmobiliario registran signos positivos.
Por otro lado, las exportaciones también se vieron fuertemente afectadas, principalmente aquellas ligadas al comercio de triangulación, con una caída 91,7% en las reexportaciones, al igual que la maquila con un fuerte impacto por la pandemia en la economía brasileña que es el principal destino, si bien se dio una cierta recuperación entre mayo y junio, aún la caída es pronunciada. En tanto que las importaciones de consumo se redujeron en abril y mayo, hubo un repunte en junio, pero el acumulado aún es de 11% negativo.