El ministro de Hacienda, Benigno López, en la rendición de cuentas de la Ley de Emergencia Sanitaria ante la Cámara de Senadores esta mañana, señaló que el plan de reactivación económica apunta también a una convergencia fiscal, de modo a que se pueda generar confianza en el sector privado y atraer a potables inversionistas externos.
“Estamos trabajando en la convergencia fiscal, en un plan que sea medible y sostenible, ya que eso influirá en la confianza del sector privado y los inversores internacionales, y todo esto forma parte de las propuestas de reforma estructural del Estado”, mencionó.
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Esto, teniendo en cuenta de que muchos sectores económicos pese a poder seguir operando, no realizan las inversiones previstas en su totalidad, ya sea para nuevas adquisiciones, ampliaciones o demás, debido a la incertidumbre que genera la crisis económica del COVID-19, según los especialistas locales.
En ese sentido, la presentación del plan de reactivación económica hablaba de una transformación del Estado desde la reforma de la carta orgánica de la AFD, de la Responsabilidad Fiscal 2.0 para el mes de agosto, reforma de la función pública, de la administración de pasivos en el Congreso, de la organización de la Estructura del Estado para octubre de este año, la mejora del sistema de compras públicas, y las reformas de los sistemas de salud pública y de la educación.
Instrumentos económicos
En cuanto a los instrumentos económicos, López reiteró que se prevén fondos necesarios para apuntalar el funcionamiento pleno de los componentes sociales, vivienda, seguridad social, fondos para pequeños productores de la agricultura familiar, y un sistema especial de fortalecimiento para el comercio de fronteras, que trata de reducciones importante en los tributos y aranceles, a más de la estrategia del e-commerce que se prevé.
Recordó que para la Ley de Emergencia se autorizó una línea de crédito de hasta US$ 1.600 millones, para diversos rubros como salud, a la que se destinaron US$ 514 millones, para las mipymes y la capitalización de fondos US$ 64 millones, para protección social US$ 426 millones, entre otros.
Sobre la cuestionada recuperación económica, dijo que será un proceso complejo, de hecho ya había proyectado unos 18 meses para el efecto, por lo que todas las partes deben funcionar en sinergia. Respecto a la teoría de retroceder de fases, aseveró que sería un golpe muy fuerte para la reactivación, y que lo ideal será seguir abriendo la economía para generar certeza, ya que lo que prospera es la incertidumbre.