Con el nuevo plan de recuperación económica, el Gobierno considera que la dinámica de la actividad en los diversos sectores se podrá recuperar a corto plazo. Además, ya incluye un paquete con diferentes aristas y que, a la vez, son transversales a subsectores, pero dependerá a la vez de las cuestiones sanitarias y de cómo se avanza en el combate a la pandemia.
Es lo que precisó el viceministro de Economía, Humberto Colmán, junto con los viceministros Óscar Orué, de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), y Óscar Llamosas, de Administración Financiera, a través de una webinar para la prensa, en que realizó una presentación más a fondo y detalló en qué se usarán los US$ 2.500 millones, reiterando que los US$ 350 millones del nuevo préstamo serán concebidos vía bonos o a través de organismos internacionales, y lo restante mediante capitalizaciones de la banca pública o proyectos ya existentes.
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“La prioridad es que la recuperación se pueda dar a corto plazo, si bien el escenario es complicado y la caída va a ser mayor que la que se vivió durante la crisis mundial de los 30, que afectó también económicamente a Paraguay, son economías distintas y estamos en una más avanzada, que con la ayuda de nuevas herramientas para aplicar estos paquetes creemos que hoy en día es más posible recuperar la dinámica”, expresó Colmán.
Hay que señalar que el Gobierno alega una fuerte apuesta en tres pilares fundamentales que tienen denominadores comunes con énfasis en el empleo, vivienda, comercio, el fronterizo en específico y apoyo a las mipymes a través de acciones transversales para derivar en la ejecución de acciones concretas.
Desglose de ejecución
Así, el primer pilar se trata de mayor protección social e integración, con la ampliación de los programas ya existentes como Tekoporã, que llegará con US$ 28,3 millones a 24.920 familias, con US$ 48,3 millones llegando a 10.800 adultos mayores, el programa Abrazo con US$ 406 mil, Pytyvõ con US$ 250 millones para cerca de 800 mil personas que se prevé extender hasta fin de año, otros US$ 1,8 millones para comedores transitorios, US$ 26,5 millones para seguridad alimentaria y otros, mientras que unos US$ 100 millones para el IPS.
El segundo pilar con más inversión para empleos a través de obras públicas, en la que se pretende dar más participación al sector privado a través de concesiones, de modo que se pueda dar un derrame económico en los diferentes estratos, y tiene énfasis de aplicación en lo que será el segundo semestre de este 2020, cuyo cronograma de ejecución estimada incluye junio con ciertas inyecciones y va hasta diciembre de este año, con un total de US$ 1.372 millones a ser ejecutados.
En este punto se despliega que el MOPC deberá ejecutar US$ 916 millones, para la Ande están direccionados US$ 263 millones, US$ 62 millones para el MUVH para la construcción de viviendas, US$ 52 millones para el MEC, US$ 22 millones del Mitic que implica la agenda digital, US$ 18,3 millones para Essap y US$ 37 mil para el MAG.
Y el tercer pilar, con US$ 676 millones para una nueva banca pública de desarrollo, prevista para corregir las barreras de fondos a largo plazo, convirtiendo al BNF en un banco de desarrollo como debe ser, que ya será lanzado una primera parte en julio con US$ 100 millones disponibles, cuyo plan implicará períodos de gracia hasta 2 años y plazo de recuperación de capital al menos hasta 5 años.
Transformación del Estado
En este último segmento se incluye al Fogapy con la ampliación de la cobertura y de los recursos propios, así como a un Fondo de Garantía para la Vivienda de US$ 80 millones, según indicó el subsecretario de Estado de la cartera económica. Así también, explicó que el plan abarca una transformación estructural del Estado con la reforma de la Carta Orgánica de la AFD para ser empleada en las APP, de la responsabilidad fiscal al 2.0, reformas para el clima de negocios para una integración más inteligente, entre otros más.