Las industrias farmacéuticas, al igual que todos los sectores también se vieron afectadas por el COVID-19, pese a que se trata de un segmento que siempre estuvo disponible durante la cuarentena, pero que también tuvo que adaptarse con las restricciones operativas en cantidad de trabajadores, así como el factor logístico.

Es lo que ya anunciaba de ante mano el titular de la Cámara de Industrias Farmacéuticas (Cifarma), Gerardo García, y que para medir de forma más precisa el golpe, se realizaría una encuesta, que fue llevada a cabo por el gremio de forma conjunta con la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), del Ministerio de Industria y Comercio (MIC).

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La muestra fue realizada a 11 empresas del sector, consultando específicamente sobre la provisión de materias primas para la industria farmacéutica y otros rubros relacionados, entre los meses de abril y mayo reciente. Así, el 58% de las empresas tuvieron que suspender las actividades de promoción médica y ventas, ya que pese a seguir produciendo, las ventas se redujeron solo a las necesidades básicas.

Lo que destacan también en el resultado es que el 50% de las empresas cuenta con más de 200 colaboradores, y el 91% de las empresas no tuvieron que recurrir a la suspensión de contratos con los mismos, gestionando estrategias de horarios alternados para seguir operando.

Y el factor logístico fue uno de los factores que causó dificultad a todas las empresas encuestadas, en especial para la importación de materias primas e insumos, ya que en dicho segmento con relación al transporte, se incrementaron los costos. Así también, la encuesta devela que se dieron reajustes de precios en la materia prima e insumos, pero que no obstante, al menos el 46% de las empresas no cancelaron los pedidos de compras.

El 82% de las empresas sufrió una disminución de la productividad, mientras que el 91% de las mismas tuvo un impacto en las ventas de productos, con relación al mismo periodo del año anterior, y para un 33%, la disminución de las ventas fue entre el 11% al 20%.

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Por otro lado, un aspecto alentador es que el 73% de las empresas está registrando nuevos productos para la contingencia de la COVID-19 ante la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), pero que la dificultad es el tiempo de demora en las evaluaciones.