En el mercado de capitales, los bonos verdes y temáticos pueden servir como instrumento para financiar proyectos sociales y sostenibles, con el fin de continuar apoyando el desarrollo de América Latina y El Caribe, según sostuvo recientemente Florencia Attademo-Hirt, representante del Grupo BID en Paraguay.

La ejecutiva realizó estas declaraciones en el contexto del segundo seminario de la serie de Webinars sobre Bonos ODS - Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles, organizado recientemente por UNEP Finance Initiative, con la colaboración del Grupo BID.

“Si pensamos en los bonos temáticos, podemos expresarlos en tres grandes categorías: los verdes, con su impacto de desarrollo traducidos en proyectos para energía renovable o biodiversidad; los sociales, que financian proyectos con impacto social positivo en salud, educación, género, diversidad e inclusión; y los bonos sostenibles, que son una combinación de los anteriores”, resaltó.

Además de los beneficios para el emisor de esos bonos, Attademo-Hirt agregó que la emisión ayuda al inversor a posicionarse como jugador importante, lo cual puede tener un impacto en el posicionamiento de la marca país o del sector privado.

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“Como Grupo BID creemos puntualmente que en el mercado ya no habrá espacio para aquellos emisores no sostenibles; además, por medio de BID Invest, apoyamos bonos emitidos por bancos comerciales”, sostuvo.

Además de las oportunidades citadas, se deben tener en cuenta los riesgos y desafíos que conlleva la emisión de estos bonos. “Hay que considerar la sostenibilidad y el riesgo del cambio climático no sólo como una cuestión reputacional o de oportunidad de mercado, sino como tema relevante en el análisis de riesgos de un emisor de título de deuda”, detalló la Representante del Grupo BID.

Attademo-Hirt abogó, por otro lado, para que los reguladores de la región comiencen a incorporar el riesgo climático como factor que puede afectar la estabilidad financiera, además de considerar estrategias que identifiquen en qué sectores y plazos se podrían concentrar las mayores pérdidas en una transición hacia una economía descarbonizada.

“Hay espacio para seguir creciendo. La banca de desarrollo cuenta con un espacio desde el lado de la asistencia técnica para apoyar las emisiones de estos bonos y seguir apoyando a los países de América Latina y el Caribe en el proceso de desarrollo inclusivo y sostenible”, sintetizó.

El Grupo BID es la principal fuente de financiamiento para el desarrollo de América Latina y el Caribe. El Grupo ayuda a mejorar vidas al brindar soluciones financieras y conocimiento sobre el desarrollo a clientes tanto del sector público como del privado. El Grupo está compuesto por el BID, que ha trabajado con gobiernos durante 60 años; BID Invest, que colabora con el sector privado; y BID Lab, que experimenta formas innovadoras de impulsar un crecimiento más inclusivo.

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