Al ser profesora de manualidades y enseñar en una escuela para niños con capacidades diferentes, Zulma Notaria dejó de trabajar desde que se confirmó el ingreso del coronavirus a Paraguay y fue así que por la necesidad de utilizar tapabocas, que eran escasos y no se encontraban fácilmente, decidió emprender y hacer ella misma sus propios diseños para uso familiar. Luego, con la ayuda de su hija Sofía, de 17 años, empezó a crear variadas propuestas pintadas a mano.

“Siempre hacemos todo tipo de trabajitos y manualidades, ya sea para acontecimientos, actividades de la escuela, souvenir, bombillas o bolígrafos forrados o todo lo que me pidan y lo que se demande porque nos gusta hacer y con un poco de creatividad, todo se puede”, expresó la emprendedora.

Sofía Meza de 17 años realizando sus diseños. Foto: Gentileza.

Lo de los tapabocas surgió por la necesidad propia, por lo que empezó a cortar telas y cocerlas a mano en principio, siguió confeccionando para los demás miembros de la familia, luego con el ingenio y la facilidad en el arte de la pintura en manos de Sofía, esta se dio cuenta que podían comercializarlos.

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De esa manera, fueron informándose sobre los estándares para la confección de tapabocas, sobre la calidad de telas recomendables, de modo que el trabajo a ser ofrecido y al ser un producto preventivo para el cuidado de la salud de todos y de ellos mismos lograron confeccionar uno ideal, que es de doble tela más una capa de filtro de tela tipo TNT, señaló Zulma.

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Realizan variados diseños y colores, muchos a petición de los clientes. Foto: Gentileza.

Lo interesante también de estos tapabocas artísticos es que son reversibles, es decir, que al ser de doble tela, llevan dos tonos para intercambiarlos según el gusto y por sobre todo, llevan las gomitas que envuelven la cabeza para evitar las molestias por detrás de la oreja.

Así, Zulma se encarga de comprar las telas indicadas, del corte y la confección, para ello tuvo que comprar una máquina de uso doméstico y Sofía luego dibuja los coloridos diseños y los pinta a mano con pintura apta para tejido.

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Estilo

Posteriormente sumaron las vinchas para acompañar y combinar con el tapabocas, en especial las mujeres que siempre buscan darle un toque único y de estilo hasta para el cuidado preventivo e incluso las mismas clientas van pidiendo los diseños, según comentó.

En cuanto a los precios, tiene a partir de 12 mil para los tapabocas sencillos, mientras que uno ya con diseño pintado a mano está 15 mil y el conjunto pintado de tapabocas más la vinchita cuesta G. 18 mil, expresó.

La peculiaridad, a más de contar con diseños pintorescos, es que la goma va por detrás de la cabeza y evita las molestias detrás de las orejas. Foto: Gentileza.

Sobre la aceptación del producto, Zulma señaló que es muy positiva, ya que gustan bastante a las personas e incluso solo lo estaban comercializando a través del estado del WhatsApp para los conocidos y recientemente crearon una cuenta de Instagram para poder llegar a más personas que gusten del trabajo del arte y que precisen un insumo requerido actualmente como mecanismo de prevención del COVID-19.

Son pocas las horas que dedican a la elaboración del producto más casero, ya que también debe continuar con las tareas de la casa y con las clases en línea, pero desde que comenzaron con el emprendimiento hace como un mes llevan vendidas unas 200 unidades de tapabocas.

De esa forma, desde su propia casa en el barrio Santo Domingo de Lambaré, madre e hija se ingenian y ayudan para sobrellevar la pandemia y ya le dieron un nombre a los trabajos, “Mborayhu Apo” o trabajo hecho con cariño, que puede ser encontrado en Instagram.


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