En base a un análisis elaborado por el especialista en Empleo, Enrique López Arce, la generación de nuevos empleos en Paraguay para este 2020 caería en 60%, lo que no se trata de pérdidas de puestos ya existentes, sino de la creación de nuevos puestos de trabajo.
En ese sentido, López Arce aclara la diferencia entre el empleo de reemplazo a un nuevo empleo; el empleo de reemplazo es aquel que saca a una persona para ingresar a otra en su lugar, mientras que el nuevo empleo es una posición que no existía y que se crea ya sea por la habilitación de una nueva sucursal o empresa, o por la creación de sectores antes no existentes que generan las “nuevas vacancias” a ser cubiertas.
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El análisis saltó a raíz de que el Paraguay no tendrá el crecimiento esperado como lo venía haciendo en los últimos años, en torno al 3,5%, a consecuencia de la pandemia del COVID-19, que sin dudas trajo consigo a más de una emergencia sanitaria, una crisis socioeconómica al país.
Y es que para la generación de nuevos empleos, debe haber un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sobre el cual habla un estudio del Banco Mundial, acerca de la generación de empleo en Paraguay, de que generaba 72.000 nuevos empleos en promedio por año, siempre y cuando haya un crecimiento superior al 3,5%, explica el experto.
A razón de que este año no se dará ese crecimiento, es que se perderá la creación de nuevos empleos, como ya comenzó a inicios de este año, por lo que mínimamente habrá 60% menos de nuevos empleos, acotó.
Impulsar al sector privado
Es por ello que desde el Gobierno no se debe apuntar solo a obras públicas para la generación de empleo como lo vienen resaltando con la apuesta en la inversión en dicho segmento para la generación de empleos, sino más bien oxigenar e impulsar al sector privado para que se generen mejores condiciones.
Si bien el rubro de la construcción genera 300.000 empleos aproximadamente entre sector público y privado, se trata de un empleo temporal, porque dura lo que dura la obra, y la capacidad del sector está al máximo, por lo que no es considerado un empleo nuevo pese a que debe continuarse ya que es un factor necesario, pero no suficiente, sentenció López Arce.
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El especialista recomienda por lo tanto, estimular al sector privado y sobre todo al terciario, que es el mayor generador de empleos del Paraguay, como los comercios y servicios que generan el 52% del empleo en el país, acotó.
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Nivel de empleo en el país ocupa el 67,4 por ciento de la población
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de acuerdo al último trimestre de 2023, señalan que Paraguay experimenta una paulatina recuperación en los niveles de empleo e ingreso de los trabajadores y se ubica en los números que se tenían previos a la pandemia. No obstante, el empleo informal y el porcentaje de trabajadores que ganan menos del salario mínimo siguen siendo elevados.
“Hay una mejora en cuanto a los ingresos, debemos entender que estamos saliendo de una coyuntura muy dura, de una sequía en el 2022 y de una pandemia en el 2020 y en comparación a ese periodo estamos mejorando y estamos recuperando los números prepandemia”, expresó Iván Ojeda, director del INE.
La generación de empleo forma parte de una de las aristas principales del gobierno de Santiago Peña y si bien los resultados de las políticas públicas llevan tiempo, todas las iniciativas impulsadas por el Poder Ejecutivo apuntan a mejorar el nivel de empleo y generar oportunidades en los distintos sectores económicos.
“El seguir controlando la inflación ayuda a que el ingreso de las personas no se reduzca en lo que tiene que ver con el poder adquisitivo de la moneda, entonces si controlamos la inflación, el dinero no va a valer menos, vamos a tener mayor poder adquisitivo y si mejoramos los ingresos, vamos a poder salir de la pobreza extrema. Por supuesto con estos planes de Hambre Cero y también con la construcción de viviendas se va a generar muchísima mano de obra”, resaltó.
En diálogo con La Nación/Nación Media, Ojeda mencionó la estabilidad macroeconómica y la mejora que esta ha experimentado, tiene un impacto en cuanto al empleo, ingreso de los trabajadores y reducción de la pobreza. Recordemos que los datos del INE también mostraron una reducción en los niveles de pobreza y pobreza extrema.
LOS DATOS
La Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) señala que la fuerza laboral del país está compuesta por 3.101.607 personas, de las cuales 1.764.996 son varones y 1.336.611 son mujeres. La fuerza de trabajo está integrada por el grupo poblacional de 15 años en adelante que está disponible para ofrecer mano de obra para la generación de bienes y servicios, ya sea que estén ocupados o no.
El nivel de ocupación en Paraguay representa el 67,4 por ciento de la población, es decir, 2.939.332 personas, de los cuales 1.684.213 son varones y 1.255.120 son mujeres. En este aspecto hubo un crecimiento de 119.000 personas más que fueron ocupadas si se compara con los registros interanuales.
Los desocupados representan el 5,2 por ciento de la población, el INE indica que 81.000 mujeres están desempleadas, mientras que 80.000 varones se encuentran en la misma situación. En este indicador, hay una leve reducción de medio punto porcentual en la comparación interanual, afirmó Ojeda.
SALARIOS Y FORMALIDAD
“En cuanto a los ingresos, el 38 por ciento de los asalariados ganan menos de un salario mínimo, el siguiente 28 por ciento está entre un salario mínimo hasta menos de un 1,5 salario mínimo, el siguiente 11 por ciento está entre 1,5 a 2 salarios mínimos y ya por encima de 3 salarios mínimos el restante 7 por ciento de los ocupados”, detalló.
Los que están ocupados en el sector formal son 935.000 personas, mientras que los informales llegan a alrededor de 1.533.000. El sector terciario, quiere decir el del comercio, servicios, y restaurantes, representa el segmento que más emplea en el país, con 1.913.000 personas. El secundario en el que se encuentra la industria, la construcción, entre otros genera oportunidades para 528.000 personas, mientras que la agricultura y ganadería, es decir, el sector primario emplea a 478.000 personas.
Los asalariados del país son 1.454.000 personas, de los cuales, obreros privados son 1.100.000 y los empleados públicos están en torno a los 300.000. El trabajo independiente ocupa a 1.260.000 personas donde se destacan por su cantidad los trabajadores por cuenta propia que son 905.000 personas y el trabajo doméstico subocupa a 214.000 personas.
TRABAJADORES MARCHARON EXIGIENDO REIVINDICACIONES
Desde la Central Unitaria de Trabajadores se inició ayer miércoles a la mañana la marcha de un importante grupo de personas, conformado por diferentes centrales obreras, rumbo al microcentro capitalino, en el marco de la marcha anual por el Día del Trabajador, donde aprovecharon para exigir diferentes reivindicaciones.
Sindicatos de enfermeras, maestros, taxistas, empleados de empresas privadas, entre otros, formaron parte de la movilización que se cerró con un encuentro masivo frente a la catedral metropolitana, donde representantes de varios gremios tomaron la palabra.
El mensaje principal se centró en el respeto hacia los trabajadores y las mejoras de las oportunidades laborales, destacando la necesidad de que los diferentes patronatos respeten las leyes y cumplan con las responsabilidades legales con sus empleados, en especial cuando se habla del pago de salarios y las garantías en el momento del despido.
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Nivel de empleo e ingreso de los trabajadores se recupera levemente tras la pandemia
Este 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador y los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de acuerdo al último trimestre del 2023, señalan que Paraguay experimenta una paulatina recuperación en los niveles de empleo e ingreso de los trabajadores y se ubica en los números que se tenían previos a la pandemia. No obstante, el empleo informal y el porcentaje de trabajadores que ganan menos del salario mínimo, siguen siendo elevados.
“Hay una mejora en cuanto a los ingresos, debemos entender que estamos saliendo de una coyuntura muy dura, de una sequía en el 2022 y de una pandemia en el 2020 y en comparación a ese periodo estamos mejorando y estamos recuperando los números prepandemia”, expresó Iván Ojeda, director del INE.
La generación de empleo forma parte de una de las aristas principales del gobierno de Santiago Peña y si bien los resultados de las políticas públicas llevan tiempo, todas las iniciativas impulsadas por el Poder Ejecutivo apuntan a mejorar el nivel de empleo y generar oportunidades en los distintos sectores económicos.
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“El seguir controlando la inflación ayuda a que el ingreso de las personas no se reduzca en lo que tiene que ver con el poder adquisitivo de la moneda, entonces si controlamos la inflación, el dinero no va a valer menos, vamos a tener mayor poder adquisitivo y si mejoramos los ingresos, vamos a poder salir de la pobreza extrema. Por supuesto con estos planes de Hambre Cero y también con la construcción de viviendas se va a generar muchísima mano de obra”, resaltó.
En diálogo con La Nación/Nación Media, Ojeda mencionó la estabilidad macroeconómica y la mejora que esta ha experimentado, tiene un impacto en cuanto al empleo, ingreso de los trabajadores y reducción de la pobreza. Recordemos que los datos del INE también mostraron una reducción en los niveles de pobreza y pobreza extrema.
Los datos
La Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) señala que la fuerza laboral del país está compuesta por 3.101.607 personas, de las cuales 1.764.996 son varones y 1.336.611 son mujeres. La fuerza de trabajo está integrada por el grupo poblacional de 15 años en adelante que está disponible para ofrecer mano de obra para la generación de bienes y servicios, ya sea que estén ocupados o no.
El nivel de ocupación en Paraguay representa el 67,4 % de la población, es decir, 2.939.332 personas, de los cuales 1.684.213 son varones y 1.255.120 son mujeres. En este aspecto hubo un crecimiento de 119.000 personas más que fueron ocupadas si se compara con los registros interanuales.
Los desocupados representan el 5,2 % de la población, el INE indica que 81.000 mujeres están desempleadas mientras que 80.000 varones se encuentran en la misma situación. En este indicador, hay una leve reducción de medio punto porcentual en la comparación interanual, afirmó Ojeda.
Salarios y formalidad
“En cuanto a los ingresos, el 38 % de los asalariados ganan menos de un salario mínimo, el siguiente 28 % está entre un salario mínimo hasta menos de un 1,5 salario mínimo, el siguiente 11 % está entre 1,5 a 2 salarios mínimos y ya por encima de 3 salarios mínimos el restante 7 % de los ocupados”, detalló.
Los que están ocupados en el sector formal son 935.000 personas mientras que los informales llegan a alrededor de 1.533.000. El sector terciario, quiere decir el del comercio, servicios, y restaurantes, representa el segmento que más emplea en el país, con 1.913.000 personas. El secundario en el que se encuentra la industria, la construcción, entre otros genera oportunidades para 528.000 personas mientras que la agricultura y ganadería, es decir, el sector primario emplea a 478.000 personas.
Los asalariados del país son 1.454.000 personas, de los cuales, obreros privados son 1.100.000 y los empleados públicos están en torno a los 300.000. El trabajo independiente ocupa a 1.260.000 personas donde se destacan por su cantidad los trabajadores por cuenta propia que son 905.000 personas y el trabajo doméstico subocupa a 214.000 personas.
Datos claves
- Las iniciativas impulsadas por el Poder Ejecutivo apuntan a mejorar el nivel de empleo y generar oportunidades en el país.
- Los asalariados del país son 1.454.000 personas, de los cuales, obreros privados son 1.100.000 y los empleados públicos están en torno a los 300.000.
- La Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) señala que la fuerza laboral del país está compuesta por 3.101.607 personas.
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Reactivación de obras impacta en positivo en compra de maquinarias
Desde la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) señalaron que se registra un mayor dinamismo en la compra de maquinarias viales y de construcción, generando un crecimiento del 23 %. La reactivación de las obras sería uno de los principales factores que incide en la importación de estos artículos del sector.
Según el informe que compartió el gremio, al cierre de marzo se registraron 434 maquinarias viales y de construcción importadas, lo que representa un aumento del 24 % en relación a marzo del 2023, manteniendo así una tendencia positiva en el año.
Los segmentos con mayor incidencia positiva fueron las motoniveladoras que crecieron en torno al 167 % con 16 unidades adquiridas, seguidas de las retroexcavadoras con un aumento del 157 % con 36 unidades. El ingreso de minicargadoras creció 100 % con 29 máquinas y motocargas subió 27,3 %, totalizando 182 unidades compradas, mientras que el de pala cargadora creció 3 %.
Desde la Cavialpa señalaron que la recuperación del sector importador es un indicador importante que refleja el impacto positivo de la reactivación de obras, que además de generar empleos incentiva a la comercialización de insumos y equipos en todo el rubro de la construcción.
Añadieron que se registraron caídas en las categorías de compactadora en torno al 59 %, de la topadora que bajó 67 % y excavadora con una reducción del 8 %. “El Paraguay necesita impulsar el desarrollo sostenible de toda la cadena de valor detrás de la construcción”, remarcaron.
Es importante mencionar que después de la caída del año pasado de este segmento económico para este 2024 mejoraron las perspectivas para el rubro de construcción, teniendo en cuenta que el Banco Central del Paraguay aguarda un repunte del 4,7 %. Indicaron que los mayores proyectos de obras tanto públicas como privadas estarían explicando el buen pronóstico.
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Octavo, con mejor crecimiento entre 30 países. Leé la verdad
- Pablo Alfredo Herken Krauer
- pabloherken@yahoo.com
- Analista de la economía
En una economía mundial cuya producción aumenta al ritmo del 3,2 % (6,5 % en 2021), nuestra región madre América Latina y el Caribe (ALC) lo hace al paso del 2 % con un peso en el global mundial del 7,3 %, esto es comparando el valor del tamaño de las economías, con un dominio de fuerza de chinos y norteamericanos del 34 % en la cancha internacional.
En el mundo, la economía conjunta del Mercosur participa con un 3,2 % en la torta tierra. Y dentro de Latinoamerica, la economía conjunta del Mercosur pesa 43,4 % marchando a la velocidad del 1,1 %. Brasil y México poseen las economías grandes: en el primer caso 2,5 % y 33,8 % de suma en el mundo y en la región madre, respectivamente, con un crecimiento del 2,2 %. El país hispano en América del Norte, México, participa en la distribución del tamaño económico con un 2 % en el mundo y 27,1 % en la región mayor, avanzando a un ritmo del 2,4 %.
Dentro del Mercosur naturalmente el mayor tamaño económico corresponde a Brasil con 73,6 % (ya dijimos, con un ritmo de crecimiento del 2,2 %), ubicándose luego Argentina con 22,5 % (caída del -2,8 %), Paraguay con 2,1 % (3,8 %) y Uruguay con 1,8 % (3,7 %). En la economía mundial como un todo nuestra economía representa el 0,07 % del valor global. Valor que permite fijar su peso. Pero ojo, un país puede “ser más” o “tener más” o “vivir mejor” que lo que las estadísticas consolidadas establecen como su valor o su peso. O puede ocurrir lo contrario, para peor.
Pero más allá de lo mucho que no se dice con los valores y pesos y participaciones, es importante saber cuán grande o pequeño somos al andar, nadar, navegar, transportar, e integrarnos al mundo, y el mundo con nosotros. ¿Cómo jugar en un mundo con una tarjeta del 0,07 %? Para ganar. Brasil es actualmente la octava economía mundial por el valor de su tamaño en producción. La octava, con un peso del 2,5 %. En superficie, Brasil es el quinto país más grande el mundo, y tercero en América después de Canadá y Estados Unidos.
Con una población de 218 millones de habitantes. En conclusión: el 2,5 % de Brasil es una medida de una medida mayor, muy difícil de cuantificar en cuanto valor e importancia. Contar lo que se produce con sus precios en los distintos mercados en un año no es tarea fácil, pero se puede hacer y se hace. Lo demás, demorará. Por último, pero no por ello, menos importante: la economía paraguaya y sus tarjetas de peso en el mundo: 0,07 % (mundo), 0,9 % (América Latina y el Caribe), 2,1 % (Mercosur). En 44 años, desde 1980, las economías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se agrandaron 94 %, 153 %, 377 % y 140 % respectivamente.
La economía paraguaya, según dos estadísticas internacionales, crecería este año 3,8 %. El Banco Central del Paraguay (BCP también se suma con esa misma proyección: 3,8 %). El pronóstico internacional del 3,8 % de expansión económica surgió en la reciente reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Washington, en la que como corresponde se divulga el informe “Perspectivas de la economía mundial” (World Economic Outlook, WEO) con la actualización de los datos de las economías y las proyecciones en cuanto al comportamiento futuro, fundamentalmente en producción y precios.
Después de un crecimiento del 4,5 % (FMI), 4,6 % (Banco Mundial), 4,7 % (BCP) en 2023, que dejó atrás la pálida del estancamiento del 0,2 % en el 2022, en gran parte gracias a la muy buena cosecha de soja, se pronostica una desaceleración para este año estimándose un crecimiento económico del 3,8 %. En términos de inflación, el FMI maneja un escenario de alza de precios del 4 % (fin de año) para este 2024 (3,7 % en 2023) y 2025. En términos de promedio anual, la inflación sería del 3,8 % y 4 % respectivamente (4,6 % y 9,8 % en 2023 y 2022).
El FMI incorporara en sus estadísticas los datos de 30 países de América Latina y el Caribe (ALC). Si confeccionamos un ranking por orden de mayor crecimiento económico en este 2024, tenemos a la economía paraguaya ocupando el octavo lugar con su 3,8 %. El año pasado ocupamos el noveno lugar con la tasa de crecimiento del 4,5 %. Nos situaríamos en la sexta posición con el ritmo del 4,7 %.
Hay que valorar nuestras tasas de crecimiento económico, sin exagerar en sus reales impactos positivos para la gente, en un escenario de muchas dificultades sociales, porque al mundo se le está haciendo cada vez más difícil crecer a velocidades que necesitamos. Si ya teníamos dificultades antes de 2020, con la pandemia del covid-19 las economías y sus gentes recibieron un golpazo que dañó, destruyó, desequilibró y cambió el escenario económico mundial de una manera nunca antes vista. Y aún se está en proceso de cura y arreglo, en un ambiente muy cambiante y desequilibrante. A lo que se agregó, en el peor momento, la invasión en Ucrania, fruto de la ambición imperial del dictador Vladimir Putin.
Analistas del FMI en su informe “La economía mundial sigue mostrando resiliencia (fortaleza, resistencia), pese a la disparidad del crecimiento y los retos por delante” señalan que las autoridades deben dar prioridad a las iniciativas para mejorar la resiliencia económica, como el fortalecimiento de las finanzas públicas y la revitalización de las perspectivas de crecimiento económico. Pese a las predicciones sombrías, la economía mundial sigue mostrando una resiliencia notable, el crecimiento se mantiene firme y la inflación se reduce casi con tanta rapidez como aumentó.
El accidentado camino comenzó con los trastornos en las cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia, una crisis energética y alimentaria mundial desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania y la considerable escalada de la inflación, a la que siguió una contracción monetaria sincronizada a escala mundial. La resiliencia del crecimiento y la rapidez de la desinflación pueden explicarse por la favorable evolución de la oferta, en particular la disipación de los shocks de los precios de la energía y el notable repunte de la oferta de mano de obra al que han contribuido los importantes flujos migratorios en muchas economías avanzadas. Las medidas de política monetaria han contribuido al anclaje de las expectativas de inflación.
En lo que respecta a nuestra vecindad, el FMI expresa que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3 % en 2023 a 2,0 % en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación. La inflación se encuentra en una trayectoria descendente gracias a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial. Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
La política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social. La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5 % está al zaga de los de economías semejantes.
Las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral —en especial de las mujeres— y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.