El comercio fronterizo y las reexportaciones representan unos US$ 3.500 millones, que si se deja de percibir representará un golpe muy fuerte para los ingresos de divisas del país, que es a lo que se apunta, pareciera. Esto porque no existe un plan de Gobierno no solo en respuesta a la situación actual de la pandemia, sino ya data de unos 5 años desde que los comerciantes de Ciudad del Este vienen solicitando el sistema de los free shop.

Así lo definió el mismo empresario Jorbel Gribeler de Cell Shop y miembro de la Cámara de Comercio de Ciudad del Este, quien conversó con GEN y Universo 970 acerca de la situación actual y de las consecuencias que podría traer esa falta de respuesta por parte del Gobierno hacia los empresarios de frontera.

“Paraguay siempre fue pionero en importaciones de productos electrónicos, y la única cosa que puede seguir adelante en esta zona es el comercio de frontera, así como se viene haciendo desde hace más de 60 años, porque la única forma de volver a reexportar las importaciones”, expresó.

El contacto se dio tras manifestar el empresario de que como están las cosas y sin una respuesta de algún plan pospandemia para los comerciantes de Ciudad del Este, tomó la decisión de cerrar el negocio y mudarse a Foz, situación que fue transmitida ya ante la autoridad del Ministerio de Industria y Comercio.

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Ante la consulta de cuál fue la respuesta ante tal decisión, Gribeller señalo que se siente un silencio que los deja con desesperación, y que quisieran entender por qué están siendo tan maltratados, ya que desde hace mucho que en la frontera están muy abandonados.

En se sentido, recordó las insistentes peticiones que se instale el sistema de los free shop en la frontera, que serían las tiendas libres de impuestos, tal como lo tienen en Foz, y que representan para ellos una fuerte competencia al pagar 40% en impuestos.

Y la situación actual vino a golpear aún más, ya que con el cierre de las fronteras a causa de la pandemia, ya se vieron afectados el 60% de los trabajadores quedándose sin empleos, y solo en el microcentro de Ciudad del Este, estiman unos 50.000 trabajadores, a más del efecto multiplicador que implican los comercios con los servicios anexos como fletes, taxistas, empresas de entrega entre otros, señaló.

Por todo ello es que precisan de que el Gobierno brinde una respuesta de cuál es el planteamiento para el después, ya que entiende de que aún no será posible la apertura de la frontera, pero necesitan una esperanza pensando un plan pospandemia para seguir manteniendo sus empresas y que una vez que esto termine puedan volver a trabajar y mantener a los empleados.

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“Podemos aguantar muchas cosa, pero queremos una esperanza, un plan pospandemia para la frontera, para seguir con esto que empezó hace 60 años”, reiteró el empresario.