Los programas de ayuda Ñangareko y Pytyvõ, destinados a sectores afectados por la circulación del COVID-19 en el territorio paraguayo, ya distribuyeron aproximadamente US$ 150 millones en todo el país, dijo a La Nación el viceministro de la Subsecretaría de Administración Financiera, dependiente del Ministerio de Hacienda, Óscar Llamosas.
El subsecretario de Estado explicó que unos US$ 120 millones ya fueron transferidos a los beneficiarios de Pytyvõ y el resto de los recursos fue destinado a las personas favorecidas al programa Ñangareko.
En el caso de Pytyvõ, el subsidio de G. 547.210 es destinado a cuentapropistas que se vieron afectados por la actual situación del país y el mismo prevé realizar dos pagos. Por su parte, el programa Ñangareko es una ayuda que consiste en G. 500.000, destinada a personas vulnerables y de escasos recursos.
Ambos programas utilizan las billeteras electrónicas para que los beneficiados puedan realizar las compras de víveres alimenticios; sin embargo, en los últimos días se implementó el sistema denominado tarjeta-cédula, que consiste en presentar la cédula de identidad en caja de los supermercados para el pago de las provisiones adquiridas.
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El viceministro Llamosas explicó a La Nación que dentro del plan de ayuda también se encuentran los US$ 100 millones destinados al Instituto de Previsión Social (IPS) para el subsidio, de un solo pago, de G. 1.096.000 a personas cuyos contratos laborales fueron suspendidos por los respectivos empleadores.
Días atrás, Pedro Halley, gerente de Prestaciones Económicas del IPS, comentó que unas 29.000 personas ya cobraron en ventanilla y otras 16.000 lo harán mediante tarjetas de débitos.
Ley de Emergencia Sanitaria
La crisis económica desatada fue a consecuencia del confinamiento por la cuarentena dispuesta por la Presidencia de la República mediante la Ley 6.524 “De Emergencia Sanitaria”, promulgada a finales de marzo pasado.
Ante esta situación, el Estado paraguayo recurrió a una serie de préstamos y emisiones de bonos soberanos que totalizan US$ 1.600 millones, lo que representa una nueva deuda externa para el país.
Llamosas señaló que, del total de estos recursos obtenidos, aproximadamente US$ 600 ya fueron destinados a varios sectores.
“Estos recursos no significan necesariamente que fueron ejecutados; sí comprometidos en varios aspectos como pagos a sectores sociales, los programas de ayuda, a salud, funcionamiento del Estado (salarios), entre otros”, manifestó a La Nación el viceministro Óscar Llamosas.
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