Los últimos meses de cada año son cruciales para dinamizar el mercado. Por ello resulta muy auspiciosa la iniciativa del Gobierno de una mayor oportunidad crediticia para el sector mipymes, sector que constituye el 90 % de nuestra economía.
La liquidez que se pueda generar en el sector mipymes es clave para la economía. Esto es porque en gran porcentaje requiere de facilidades y el acceso a créditos es fundamental para movilizar e incentivar inversiones, honrar deudas y diversificar ofertas.
Las puertas a fin de año despiertan siempre expectativas de mercado; sin embargo, las cargas de los meses anteriores del periodo suelen hacer pasar una mala jugada y el ajuste que se necesita debe ser equilibrado por el Gobierno con las oportunidades que le sea posible implementar. Aquí, el anuncio que se dio en estos días es plausible desde todos los puntos de vistas e intereses.
A través del Fondo de Garantías del Paraguay (Fogapy), la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) el Ejecutivo confirmó la proyección de conceder créditos a más de 4.500 micro, pequeñas y medianas (empresas) por valor de USD 20 millones hacia el cierre de año.
Se tiene previsto además que el instrumento financiero registre una expansión del 30 % para seguir priorizando la atención a las mipymes. Sin dudas es un oxígeno muy importante, estratégicamente disponible en meses en los que se espera mayor circulante.
Desde el banco de segundo piso informaron que la inversión en créditos para el sector es de unos USD 120 millones en lo que va del año. Confirmaron nuevos planes de incentivos para potenciar mipymes e incluso la incorporación de las cooperativas entre las instituciones canalizadoras, es así que han recibido por primera vez recursos, lo que va a facilitar la llegada a las microempresas, sobre todo del interior del país, quienes también necesitan estas alternativas de financiamiento, según habían explicado desde la institución estatal.
Al asumir, este Gobierno había realizado una radiografía al sector con los números disponibles al momento de tomar la administración. Los datos recabados hablan de un total de 366.977 mipymes, al cierre de 2022; con un estimativo de crecimiento del 35 %, en comparación al 2021, cuando se registró un total de 272.259.
Subrayaron la dinámica del sector porque a medida que crezcan van cambiado sus tamaños, es decir, sus condiciones tributarias.
En cuanto al tamaño de las micro, pequeñas y medianas empresas, se identificó que un 88 %, cerca de 321.137 con microempresas; mientras que el 10 % son pequeñas, unas 36.817, y el 2 % restante corresponde a las medianas empresas, alrededor de 9.023.
Las cifras revelan una población muy importante de mipymes. Hay que seguir trabajando en atenderlas, priorizando iniciativas que ayuden a fortalecer el sector, principalmente rescatarlas del segmento informal que es una problemática que sigue las estancando, impactando negativamente.
Según estimaciones, cerca de 700 mil mipymes se encuentran en situación informal, esto boicotea cualquier perspectiva de crecimiento económico. A medida que se bancarice el sector, habrá más oportunidades de que prosperen y tengan más años de vida en el mercado, esto sin dudas es desafío que requiere esfuerzos desde diversas instituciones, empezando por la concienciación de la importancia de la formalización de la economía.
Si el Gobierno persevera en su atención y estímulo a las mipymes, por añadidura se podrá ir culturizando sobre el valor de la formalización, así como de otros aspectos fundamentales en la conquista del mercado.
Si las mipymes acceden a las posibilidades de inversión y crecimiento, casi la economía en su conjunto estará dinamizada. No hay que desviarse de este objetivo de crear condiciones y oportunidades a favor de quienes quieren continuar trabajando en el país.