El contexto de una pandemia como la actual, nunca antes vivido por el país, debe alertar a todos los actores económicos no solo a solucionar o gestionar alternativas para el presente, y teniendo en cuenta que el sector agropecuario responde a un importante indicador de crecimiento, es que se debe pensar ya en el día después de la crisis para estar preparados ante próximos escenarios complicados.
Es lo que señaló el ganadero Pedro Galli, miembro de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y ex presidente de la regional San Pedro, con relación a cómo el sector deberá encarar el futuro tras la pandemia del COVID-19 (coronavirus), y que para ello es necesario la adopción de nuevas políticas públicas, de modo que productores, industriales y Gobierno trabajen consensuadamente en pos del fortalecimiento de la industria cárnica nacional.
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“Dicen los expertos que este tipo de crisis las tendremos de manera cíclica, si no es una nueva pandemia podría ser una crisis natural o económica a nivel global, para la cual deberíamos estar preparados. El campo necesita pensar en el día después de esta crisis sanitaria y estar preparados para las próximas que puedan llegar”, expresó Galli.
Por ello es que consideran preciso impulsar nuevas políticas públicas desde la ARP que permitan al sector agropecuario lidiar con las crisis que se puedan presentar y asegurar, sobre todo, la subsistencia de los pequeños productores y las familias campesinas, que siempre en este tipo de contingencias son los más vulnerables y afectados, indicó.
“Necesitamos instalar una plataforma interinstitucional como el Instituto de la Carne entre todos los actores de la cadena de valor, el sector productivo, la industria y el Gobierno, porque a través de ellos es que podremos fortalecernos, introduciendo sistemas de identificación y trazabilidad universal, y normalizando la tipificación de la carne”, agregó.
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De esta manera es que se hará valer la calidad, que incursionando de manera coordinada e inteligente en los mercados con mayor proyección para la oferta que disponemos, sobre todo China y el Sudeste asiático, pudiendo lograr no solo un mejor precio para la proteína roja nacional, sino también mayor seguridad en la colocación y menor dependencia de los monomercados actuales, aseveró el ganadero.
Generar mayores ingresos
Acotó que solo de esa manera se podrán conseguir mayores ingresos para el país, con una carne de exportación a un precio superior, y que todo eso se puede hacer sin descuidar el mercado interno, manteniendo precios bajos para el consumo local, publicando indicadores referenciales de modo que no se den especulaciones y la distorsión de los precios, tanto para el consumidor como para el productor, según Galli.
Reiteró por lo tanto la imprescindible tarea de generar acuerdos y compromisos entre los actores del sector y de las cadenas de supermercados, protegiendo tanto a los productores como a los consumidores que salen perjudicados.
“Únicamente así vamos a fortalecer nuestro país, cuidar de nuestros compatriotas y ayudar a nuestro Gobierno para que no falle y brinde tranquilidad a nuestra gente”, concluyó el representante de la ARP.