La ecuación cuarentena, pandemia, comercio y frontera pareciera no ser la mejor estrategia ante la emergencia sanitaria que se atraviesa en el país y el mundo, lo cual es entendido por todos, no obstante, en miras de la ya próxima cuarentena inteligente anunciada por el Gobierno que se iniciará este 4 de mayo, actores del comercio fronterizo requieren de acciones paliativas.
En dicho contexto, el empresario Armando “Tony” Santamaría, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Ciudad del Este (Fedecamaras), considera que lo ideal sería buscar entre todas las partes un punto de equilibrio que incluya a la salud, el Estado, el comercio, los empresarios comerciantes, los trabajadores y los consumidores, con protocolos que correspondan y que tengan que ser implementados tras desarrollar una metodología adecuada, prevista y revisada por todas las partes antes de dicha implementación.
“Para que esto se pueda dar, debe haber un compromiso unificado y una responsabilidad compartida por todas las partes, incluyendo a los diferentes gremios, autoridades locales y todos los que se requiera. Por eso creemos que el Ministerio de Salud debe actuar utilizando a los directores de salud de áreas de Ciudad del Este o de la región de modo a conformar un diálogo en la búsqueda del protocolo más adecuado, con las consideraciones para la reapertura del comercio”, expresó.
Aclaró que entienden de las consecuencias que genera el COVID-19, no obstante, con las observaciones recomendadas esperan y precisan que el flujo del comercio se implemente en la brevedad posible, incluyendo el manejo de la apertura de la frontera, con las protecciones en ambos lados del puente, tanto en la entrada como en la salida de los turistas compristas del microcentro de Ciudad del Este.
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En ese aspecto, Santamaría sugirió que la entrada de los turistas sea resguardada, única y oficialmente con autorización de un circular en el microcentro y bajo las custodias de seguridad de la policía en el perímetro del centro comercial. Así también se disponga de puestos médicos de control establecidos en la entrada y salida del Puente de la Amistad, para que progresivamente se pueda ir recuperando al consumidor brasileño, así como a los empresarios inversionistas, para que los comerciantes y los industriales puedan retomar las actividades.
Ante todo lo expuesto por el titular de la Fedecamaras, es que sugieren una tarea bilateral cuya ecuación sería como se aplica en otras partes del mundo, Estado-empresas, para desarrollar un seguro que pudiere cubrir en parte y por un tiempo definido de hasta un año, equivalente a un salario mínimo, para aquellos trabajadores que se vieron afectados por la pandemia, que sería entregado a esposas e hijos menores de dieciocho años, como herramienta de subsistencia y motivación ante la amenaza despiadada del COVID-19, puntualizó Santamaría.