Si bien, en los meses recientes se observó una importante recuperación de la actividad económica en Paraguay, la confirmación de casos de coronavirus influye en las expectativas de los agentes económicos y el deterioro de las mismas podría afectar las decisiones de consumo e inversión, con posibles efectos sobre la dinámica económica en un futuro inmediato, según señala la minuta del Comité de Política Monetaria (CPM), del Banco Central del Paraguay (BCP).

Esta situación ya se vio en varios agentes económicos, que ya recortaron sus estimaciones de crecimiento, algunos incluso ven una caída del Producto Interno Bruto (PIB), de hasta 1,5% en un escenario previo.

El Banco Central dará a conocer su estimación oficial al final de este mes, mientras, ya confirmó una variación del 0% del PIB en el 2019. Los agentes del mercado que ya recortaron sus estimaciones de crecimiento en marzo, realizarán en estos días sus correcciones.

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Los posibles efectos se dan al tener en cuenta que las medidas subyacentes de inflación continúan en la zona inferior del rango meta y que las presiones inflacionarias se mantienen acortadas, por lo que el Comité consideró oportuno adoptar una política monetaria más acomodaticia, a fin de mitigar los eventuales efectos adversos y seguir garantizando la convergencia de la inflación a la meta de 4% anual en el horizonte de política monetaria.

El 30 de marzo, en una segunda reunión extraordinaria el BCP decidió por unanimidad, reducir la tasa de interés de política monetaria en 100 puntos básicos, situándola en 2,25% anual.

“En los últimos días, el panorama económico tanto a nivel mundial como regional se tornó aún más incierto, situación que no solo afectó a los mercados financieros, sino también ya se empezó a notar los efectos adversos en la economía real y en el empleo”, señala el comunicado del BCP.

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Esta situación generó por un lado, un escenario de mayor incertidumbre respecto a la duración del impacto sobre la actividad económica de las medidas de aislamiento social y por otro lado, las expectativas de recuperación de la economía en el mediano plazo, se deterioraron de manera considerable. Esta situación llevó a la mayoría de los Gobiernos a adoptar políticas fiscales y monetarias mucho más agresivas con el propósito de atenuar en alguna medida el impacto negativo sobre hogares y empresas, especifica la banca matriz.

Por otro lado, la consultora CPA Ferrere considera a causa del virus, los efectos desde la “óptica macro” derivados de una debilidad de la demanda agregada global y transmitidos principalmente por el canal de exportaciones y comercio con la región.

Así como también los efectos generados por el lockdown interno, siendo esta proyección muy preliminar debido a la poca certeza respecto a la duración del mismo, la actividad entraría nuevamente en recesión, con una contracción del PIB en -1,5% en este 2020, según el análisis.

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“Queremos dejar en claro que las proyecciones son preliminares, considerando que el fenómeno que estamos viviendo es de origen no económico y no tenemos certeza de la duración, por lo cual hay una gran dificultad para calibrar los modelos”, aclaró la economista Patricia Goto.