Respetan las normativas sanitarias, pero preocupa al sector los compromisos como salarios, pago a proveedores, cuotas y otros gastos fijos.
Al no ser un rubro de primera necesidad, el sector de calzados se encuentra totalmente parado, con prácticamente cero ventas y sin producir, por lo que están sumamente preocupados, pues no saben hasta cuándo podrán sostener la situación por la afronta el país. Este rubro no está exceptuado en el decreto nacional de aislamiento restrictivo, por lo tanto las tiendas y fábricas están paradas.
“Estamos respetando a rajatabla las normativas actuando con mucha responsabilidad a pesar de la necesidad tremenda que tenemos de trabajar y vender. Y la preocupación es que se vienen los compromisos encima como salarios, pago a proveedores, cuotas y muchos otros gastos fijos, y por sobre todo por lo que nos depara más adelante”, expresó el presidente de la Cámara de la Industria de Calzados del Paraguay (Cicpar), Elder Otazo.
Aseveró que el sector reúne entre 600 a 800 fábricas y talleres que se encuentran actualmente cerrados, afectando de esa manera aproximadamente a 5.000 a 6.000 trabajadores, ya que ninguna tienda ni fábrica está operando.
Si bien, las ventas online son una alternativa, resultan muy insuficientes en este momento, ya que no saben cómo será la dinámica a más de que muchos de los productores o talleres del interior, no cuentan con la infraestructura ideal para estos canales.
Te puede interesar: Emprendedores dan un giro a su negocio para sobrevivir en medio del COVID-19
LIMITAR O ANULAR IMPORTACIÓN
Otazo señaló que lo más probable es que llevará un buen tiempo en recuperarse la actividad, por lo que más que nunca serán duros en exigir a las autoridades salvaguardar el mercado interno con alguna medida excepcional en aduanas, que pueda limitar o anular la importación por un determinado tiempo, en especial lo que proviene de extra zona, así como en la interminable lucha del contrabando cero porque más que nunca el productor paraguayo va necesitar de su mercado para cuando esto se reanude, sentenció.
Con relación a las pérdidas, dijo que son difíciles de cuantificar por ahora. Con ventas cero, la cadena de pagos se está cortando, lo cual puede traer consecuencias nefastas, ya que gran parte de los que trabajan en el sector son micro y pequeñas empresas, y por ende viven muy al límite, agregó.
En cuanto a las medidas adoptadas por el Gobierno, señaló que el acceso más rápido y fácil al crédito con tasa baja en esta situación de emergencia sería lo ideal, obviando algunos requisitos o hacerlos más accesibles, puesto que es muchísimo trabajo lo que está en juego y no se puede seguir ninguneando a las pymes de ningún sector. “Ahora es cuando necesitamos que el apoyo a las micro y pequeñas empresas de la que tanto alardean no sea un mero discurso. Vamos a necesitar como nunca hacer patria y en eso los pequeños y medianos empresarios son siempre los primeros”, puntualizó.
Leé también: Surgen nuevos emprendimientos durante la pandemia del coronavirus