• Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.

Miles de personas siguieron desfilando ayer jueves ante el ataúd del papa Francisco para darle un último adiós en la basílica de San Pedro, antes del funeral previsto el sábado en presencia de dignatarios internacionales. Una marea humana inunda desde el miér­coles el Estado más pequeño del mundo para presentar sus respetos al primer pontífice latinoamericano, cuya muerte el lunes a los 88 años conmo­cionó a la Iglesia católica y al planeta.

CIERRE DEL FÉRETRO

Los futbolistas del club AS Roma y los familiares del difunto Francisco también se recogieron ayer ante su tumba. Mauro Bergoglio, uno de sus sobrinos, pudo viajar de Bue­nos Aires a Italia gracias a una donación privada, explicó a la radio Mitre.

La capilla ardiente solo cerró apenas dos horas en la madru­gada del jueves y El Vaticano aseguró que, dependiendo de la afluencia, podría prolongar de nuevo su apertura más allá de la medianoche.

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Los fieles tienen hasta la noche del viernes para despedirse de Francisco. Luego su sencillo féretro se cerrará y se prepa­rará para el funeral de Estado que tendrá lugar el sábado. Al menos 130 delegaciones, incluyendo unos “50 jefes de Estado y 10 monarcas” en ejercicio, asistirán a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro, informó la Santa Sede. Presidentes como Donald Trump, Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, así como el rey Felipe VI de España y el secreta­rio general de la ONU, Antó­nio Guterres, ya anunciaron que acudirán. El entierro será ese mismo día en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, el primero de un pon­tífice fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.

Muestra de su apuesta por los más necesitados, es que un “grupo de pobres” estará presente el sábado en la basí­lica Santa María la Mayor de Roma a la llegada del féretro papal de cara a su sepultura, indicó el Vaticano. Su tumba será en mármol, procedente de la región italiana de donde son oriundos una parte de sus ancestros, y tendrá por única inscripción “Franciscus”, según la Santa Sede. Actual­mente, está cubierta por tablas de madera, constató un perio­dista la AFP. El público general podrá recogerse ante la última morada del nativo del barrio porteño de Flores a partir del domingo, precisó esta fuente.

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