El ataúd del primer pontífice latinoa­mericano se instaló abierto ante el imponente baldaquino barroco de la igle­sia más grande del mundo. Llevaba su inseparable rosa­rio entre las manos y casulla roja. Su cuerpo no se depositó en un catafalco, a diferencia de sus antecesores: petición expresa del jesuita argentino de estilo austero.

“El gran silencio me acercó a él”, dijo a AFP sor Cate­rina, después de verlo. “Tuve esa emoción de sen­tir que tenemos al papa en el cielo rezando por nosotros”, agregó esta monja residen­ciada en Suiza. Francisco falleció el lunes de mañana, un día después de su último baño de multitudes a bordo de su papamóvil con motivo de su bendición “urbi et orbi” del Domingo de Resu­rrección.

“Queríamos decir gracias al más humilde de los papas”, señaló Francisca Antunes, estudiante de medicina portuguesa de 21 años tras abandonar la basílica con una amiga. “Se sintió muy bien estar ahí”. El papa “del fin del mundo” encabezó la Iglesia católica desde 2013 con un pontificado que enfrentó crí­ticas del sector más conser­vador de la institución.

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Entre 150 y 170 delegaciones extranjeras asistirán al funeral previsto para este sábado.

El presidente estadouni­dense, Donald Trump; el argentino, Javier Milei; Luiz Inacio “Lula” da Silva, de Bra­sil, y el ecuatoriano Daniel Noboa ya confirmaron su presencia. También el fran­cés Emmanuel Macron, el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres.

“Con él podíamos hablar de cualquier cosa”, dijo la pri­mera ministra italiana, Gior­gia Meloni, durante una sesión conjunta del Parla­mento en honor a Francisco.

“Te podías abrir, contarle tu historia sin filtros, sin miedo a sentirse juzgado”, agregó.

“UN MIEMBRO DE LA FAMILIA”

La multitud hizo paciente una larga fila durante el pri­mer día de los tres que durará la capilla ardiente. Plegarias y el repique de campanas acompañaron la soleada jor­nada de primavera. Su fére­tro fue trasladado a hombros en la mañana en procesión desde la residencia de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años, hasta San Pedro. El río de fieles avanzaba bajo el sonido de un leve rumor, apenas roto por el llanto de los niños.

“Representaba lo que la Igle­sia debe ser”, dijo Ana Mon­toya, una mexicana de 33 años que esperaba su turno con una cruz dorada y un rosario colgando del cuello. Francisco era “un miembro de la fami­lia”, aseguró.

El cardenal Adalberto Martínez se encuentra en Roma

El cardenal paraguayo Adalberto Martínez Flores viajó en compañía del canciller de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, el padre Aldo Bernal.

Viajó acompañado del canciller de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, el padre Aldo Bernal, y fueron recibidos por la embajadora ante la Santa Sede, señora Romina Taboada.

En la mañana de ayer llegó a Roma el cardenal paraguayo Adalberto Martínez Flores para participar en las acti­vidades programadas por el fallecimiento del papa Fran­cisco. Viajó acompañado del canciller de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, el padre Aldo Bernal, y fueron recibidos por la embajadora ante la Santa Sede, señora Romina Taboada. En con­versación con la periodista Mónica Fabiola Ayala, el car­denal paraguayo comentó que esta tarde está prevista una reunión del Colegio de Car­denales a la cual asistirá; la misma será de carácter infor­mativo para delimitar algu­nos eventos del cónclave que los participantes deben tener en cuenta.

“Estamos trayendo todo un país, representando al Para­guay, que está de luto, y ya nos preparamos para lo que será el sepelio del santo padre. Me siento un poco apesadum­brado, pero feliz también porque el papa siempre decía ‘hagan lío’, y podríamos decir que fue un papa que también hizo eso con reformas, pero por un bien grande para la Iglesia”, indicó el cardenal Martínez. Al ser consultado sobre el hecho de que es la primera vez que Paraguay cuenta con representación durante un cónclave, lo cali­ficó como un hecho histórico y un importante precedente para la Iglesia paraguaya.

Santa Sede otorgó tres espacios para la delegación paraguaya

 “Me informaron que el país tiene tres lugares, y en ese sentido, me va a estar acompañando mi esposa y la embajadora ante la Santa Sede”, explicó el presidente de Diputados.

El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Lato­rre, quien representará al Gobierno de Paraguay en el funeral del papa Fran­cisco, informó que son tres los lugares otorgados por la Santa Sede para los repre­sentantes de Paraguay. Deta­lló, además, que viajará con su esposa y se sumará a la delegación, la embajadora paraguaya ante el Vaticano, Romina Taboada, para parti­cipar de la ceremonia fúnebre que se realizará en la plaza de San Pedro del Vaticano a las 10:00.

“Me informaron que el país tiene tres lugares, y en ese sentido me va a estar acom­pañando mi esposa y la embajadora ante la Santa Sede. Son tres lugares en el funeral del papa Francisco del sábado”, refirió en una conferencia de prensa que realizó este miércoles.

Explicó que tras la confir­mación del presidente de la República, Santiago Peña, sobre su designación como representante del Gobierno paraguayo, conversó con su esposa, quien la acompa­ñará en este viaje.

“Agradezco al presidente Santiago por este gran honor que nos ha confe­rido a mí y a mi familia, nosotros estamos conven­cidos de que a la vez es una bendición. Yo he conver­sado con mi esposa al res­pecto y hemos decidido que vamos a viajar juntos. Esta­mos ajustando los detalles. Vamos a estar asistiendo en representación de las familias paraguayas a este último adiós al papa Fran­cisco”, expresó.

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