- Los Ángeles, Estados Unidos. AFP.
Los bomberos seguían luchando ayer domingo para controlar los enormes incendios forestales que azotan Los Ángeles, mientras los vientos aumentan empujando las llamas hacia barrios que no habían sido afectados. Al menos 16 personas han muerto a causa de los fuegos que han arrasado la ciudad, dejando comunidades en ruinas y poniendo a prueba el temple de miles de bomberos y millones de residentes de California.
A pesar de los esfuerzos, el incendio de Palisades siguió creciendo, avanzando hacia el este en dirección a la invaluable colección del museo de arte Getty Center y hacia el norte, camino al densamente poblado Valle de San Fernando.
En algunas zonas, el fuego convirtió casas en cenizas y dejó rastros de metal fundido de los coches quemados. Una breve pausa en el viento dio paso a ráfagas que, según advirtieron los meteorólogos, atizarán el fuego los próximos días. “Lamentablemente, condiciones climáticas favorables a los incendios volverán a intensificarse hoy en el sur de California y durarán al menos hasta principios de la próxima semana”, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
El incendio de Palisades estaba contenido en un 11 por ciento el sábado, pero había crecido a 9.500 hectáreas, mientras que el de Eaton tenía unas 5.700 hectáreas y estaba contenido en un 15 por ciento. Cifras oficiales registran más de 12.000 estructuras quemadas, pero Todd Hopkins, de Cal Fire, dijo que no todas eran viviendas, y que la cifra también incluía dependencias, vehículos recreativos y cobertizos.
La repentina avalancha de gente que necesita un nuevo lugar para vivir en los próximos meses puede complicar la dinámica para los inquilinos de la ciudad, que ya no la tenían fácil. “Estoy de nuevo en el mercado junto a decenas de miles de personas”, dijo Brian, un jubilado de 69 años cuyo apartamento de alquiler controlado se incendió. “No pinta bien”.
Con informes de saqueos y un toque de queda nocturno en vigor, la policía y la Guardia Nacional han montado puestos de control para evitar que la gente entre en las zonas de desastre. Dos personas fueron arrestadas cerca de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris en Brentwood por violar el toque de queda después, informaron medios locales citando a la policía.