Aunque ligeramente fuera de plazo, Estados Unidos evitó ayer sábado una parálisis del gobierno federal que habría enviado a cientos de miles de funcionarios a sus casas sin paga para las fiestas de Navidad. Poniendo fin a una secuencia tumultuosa de varios días en la que se implicaron Donald Trump y Elon Musk, el Congreso adoptó con amplio margen una ley que asegura la financiación del Estado federal hasta mediados de marzo.
El proyecto de ley aprobado previamente en la Cámara de Representantes no fue votado en el Senado hasta poco después de la hora límite, fijada a medianoche (5:00 GMT).
Sin embargo, la oficina de la Casa Blanca encargada de decretar el estado de “shutdown” (cierre del Gobierno) no lo hizo finalmente ante la inminencia del voto en la Cámara Alta. Demócratas y republicanos pensaban el martes haber evitado la parálisis cuando el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, anunció que ambas partes habían alcanzado un consenso para una ley presupuestaria.
Pero el espíritu navideño no duró mucho: Elon Musk y el presidente electo Donald Trump dinamitaron el acuerdo al día siguiente. “Maten el proyecto de ley”, escribió el hombre más rico del mundo en su red social X, denunciando un nivel de gasto que en su opinión llevaría el país a la “bancarrota”.