Cinco personas murieron y más de 200 resultaron heridas en el atropellamiento ocurrido la noche del viernes en un mercado navideño de Magdeburgo, en Alemania, una “catástrofe” ante la que el canciller Olaf Scholz prometió responder actuando “contra quienes quieren sembrar odio”. La policía detuvo a un psiquiatra saudita de 50 años en el lugar de los hechos, junto al todoterreno que embistió a la multitud, pero siguen sin esclarecerse las posibles motivaciones del presunto autor. La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, dijo a los periodistas en Magdeburgo que “lo único” que puede confirmar a los medios, es que el sospechoso es “islamófobo”.

El jefe del gobierno regional de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, actualizó ayer sábado el balance de víctimas mortales, que pasó de dos a cinco, y a más de 200 heridos. “Hemos perdido cinco vidas. Y hay más de 200 heridos, muchos de ellos graves y muy graves. Esto es una dimensión que ninguno de nosotros puede imaginar”, declaró en un acto junto al jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz. Este balance podría agravarse, ya que hay unos 40 heridos graves. Scholz compareció en Magdeburgo con un aire sombrío, vestido de negro, y depositó flores fuera de una iglesia que está frente al mercado de Navidad.


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