- Washington, Estados Unidos. AFP.
Sus rivales pedían pasar página, pero será Donald Trump, quien firme el próximo capítulo de la historia de Estados Unidos desde la Casa Blanca tras una victoria contundente contra Kamala Harris en las presidenciales.
La vicepresidenta demócrata felicitó por teléfono al expresidente republicano de 78 años que ha logrado su revancha cuatro años después de perder ante Joe Biden, una derrota que nunca reconoció.
Aún faltan los resultados de cuatro estados, pero Trump suma ya 292 votos electorales frente a 224 de Harris. Necesitaba 270 para ganar. El magnate logró el apoyo del 45 % de los votantes hispanos a nivel nacional en comparación con el 53 % de Harris. En 2020 la repartición fue 32 % y 65 %.
MIGRACIÓN
Restricciones migratorias y la eliminación de protecciones para algunas nacionalidades deben marcar el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, de acuerdo con analistas quienes, sin embargo, consideran difícil que lleve a cabo deportaciones masivas como prometió en campaña.
Trump, durante la campaña hizo de la retórica antiinmigración el eje central de sus promesas, marcada por las tensiones.
Sus seguidores, muchos de ellos latinos, colocaron la seguridad fronteriza como uno de los factores decisivos en su voto y abrazaron su promesa de deportaciones masivas.
“Vamos a ayudar a nuestro país a sanar”, dijo el magnate tras conocer los resultados. Eso podría marcar un nuevo rumbo en el tema de la migración.
ECONOMÍA
Con la elección de Donald Trump, la industria petrolera recibe de vuelta a un partidario de las energías fósiles, y a un militante del petróleo barato, una ambivalencia que abre incertidumbres para el sector.
“Tendremos un gobierno que trabajará con la industria estadounidense del gas y el petróleo, y no los llamará aprovechadores o manipuladores de precios como lo hizo (Joe) Biden”, reaccionó Andy Lipow, analista de Lipow Oil Associates.
¿MANO DURA O NEGOCIACIÓN?
Petróleo, migración, democracia: la política de Donald Trump hacia Venezuela es un enigma en su regreso al poder en Estados Unidos, cuatro años después de su infructuoso intento por derrocar a un declarado “enemigo”, Nicolás Maduro, que por ahora dijo querer “entablar buenas relaciones”. Trump, quien impuso una política de máxima presión contra Maduro en 2019, incluido un embargo al petróleo venezolano, asumirá el poder en medio de una crisis energética por las guerras en Ucrania y Oriente Medio, que hace más atractivo al crudo de este país caribeño. Pero en este nuevo periodo, es toda una incógnita cuál será su postura.
El gobierno de Venezuela, que rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos durante la primera presidencia de Trump, declaró estar dispuesto a “entablar buenas relaciones” con Washington en el regreso del republicano al poder. “Venezuela siempre estará dispuesta a entablar buenas relaciones con los gobiernos estadounidenses, enmarcadas en un espíritu de diálogo, respeto y sensatez”, indicó el canciller, Yván Gil, en un comunicado.