Las iniciativas diplomáticas se multiplicaron ayer domingo ante el riesgo de una escalada que incendie Medio Oriente, en momentos en que Irán y sus aliados, principalmente en Líbano, preparan una respuesta a asesinatos de dirigentes islamistas atribuidos o reivindicados por Israel.
El G7 expresó su “gran preocupación por los recientes acontecimientos que amenazan con acarrear una regionalización de la crisis, empezando por Líbano”, indicó el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, tras una videoconferencia con sus pares de ese club de las principales potencias occidentales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el rey Abdalá II de Jordania subrayaron en una conversación telefónica “la necesidad de evitar a toda costa una escalada militar regional” y “llamaron a todas las partes a abandonar la lógica de las represalias”, indicó la Presidencia francesa en un comunicado. Después de Estados Unidos y Reino Unido, Francia pidió a sus ciudadanos salir “lo antes posible” de Líbano, confrontado a “un contexto de seguridad muy volátil”.