Naciones Unidas, Estados Unidos. AFP.
La violencia de los grupos armados no es nueva en Haití, pero las pandillas que hoy asolan el país se han profesionalizado y tienen mayor poder de fuego que la policía para llevar a cabo tráficos de todo tipo o secuestros extorsivos.
El viernes por la noche se produjeron disparos esporádicos en la capital, Puerto Príncipe, según constató un corresponsal de la AFP, mientras los habitantes de la ciudad buscaban desesperadamente refugio para escapar de la actual ola de violencia.
“Las pandillas son un fenómeno de larga data en Haití. Están vinculadas a una tradición de grupos armados no estatales que se remonta a los años 50, con el desarrollo de los ‘tonton macoutes’ del presidente François (Papá Doc) Duvalier”, explica la ONG.
El documento de la ONU estima que en Haití operan 200 pandillas, grupos organizados que usan “armas de fuego sofisticadas” y se dedican al “tráfico de armas o drogas, extorsión, secuestro, asesinato, violencia sexual y desvío de camiones”.
Unas 23 bandas operan en la capital y controlan el 80% del territorio.