Puerto Príncipe, Haití. AFP.
Puerto Príncipe, la capital de Haití, quedó prácticamente paralizada, con escuelas y bancos cerrados, tras la declaración del estado de emergencia debido al asalto por parte de pandillas a una prisión que permitió la fuga de miles de reclusos.
Pocas personas se aventuraron a salir a las calles, apenas para comprar elementos esenciales como agua y combustible, luego del toque de queda decretado la noche del domingo, constataron periodistas de la AFP.
La fuga masiva de la Penitenciaría Nacional, la principal cárcel del país, ocurrida tras el ataque pandillero que dejó al menos una docena de muertos, se produjo en medio de una nueva oleada de violencia en Puerto Príncipe, donde bandas armadas que controlan gran parte de la ciudad han atacado el aeropuerto internacional y edificios policiales.
Esto llevó al Gobierno el domingo a decretar el estado de emergencia en el departamento Ouest, que incluye Puerto Príncipe, y el toque de queda en la capital entre las 18:00 y las 5:00 locales, hasta el miércoles 6 de marzo, informó un comunicado oficial.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar “muy preocupado por el rápido deterioro de la situación de seguridad” en Haití.
Las pandillas han declarado que quieren la renuncia del primer ministro Ariel Henry, quien ha gobernado esta nación caribeña desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en 2021.
Desde entonces, la presidencia ha estado vacante. Las últimas elecciones se celebraron en 2016.
EE. UU.
La Casa Blanca informó que sigue con “gran preocupación” la creciente crisis en Haití, donde las autoridades impusieron el estado de emergencia tras una fuga masiva de presos.
“Estamos vigilando con gran preocupación el rápido deterioro de la situación de seguridad en Haití”, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, en una llamada.