Washington, Estados Unidos. AFP.

Tres militares estadounidenses murieron y más de 30 resultaron heridos en un ataque con dron en Jordania, anunció el domingo el ejército, en tanto el presidente Joe Biden prometió que su país “responderá” a los grupos respaldados por Irán a los que señala como responsables.

“Tuvimos un día difícil anoche en Medio Oriente. Perdimos a tres almas valientes”, dijo Biden durante un viaje al estado de Carolina del Sur, antes de advertir que Estados Unidos “responderá” al ataque. Es la primera vez que miembros de las fuerzas militares estadounidenses fallecen como resultado de fuego hostil desde el reinicio de la guerra entre Israel y Hamás.

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El Mando Central estadounidense (CENTCOM) indicó el domingo por la noche que el ataque había alcanzado una base de apoyo logístico situada en la Torre 22, en el noreste de Jordania, y que había herido al menos a 34 miembros del servicio, ocho de los cuales tuvieron que ser evacuados del país.

En la base hay unos 350 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses que llevan a cabo “una serie de funciones clave de apoyo”, entre otras, para la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico, precisó el CENTCOM.

El portavoz del gobierno jordano, Muhanad Mubaidin, condenó “el ataque terrorista que tuvo como objetivo una posición avanzada en la frontera con Siria” y que golpeó a las tropas estadounidenses “que cooperan con Jordania para hacer frente al terrorismo y asegurar la frontera”.

Mubaidin precisó que ningún soldado jordano había resultado herido o muerto. También condenaron el ataque Bahréin, Egipto y Gran Bretaña, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, David Cameron, pidió a Irán que “desescalara en la región”. No obstante, Irán negó las acusaciones estadounidenses y británicas de que apoyó el ataque.

“Esas acusaciones se hicieron con objetivos políticos específicos para revertir las realidades de la región”, informó el lunes la agencia noticiosa oficial IRNA, citando al portavoz del ministerio de Relaciones Extranjeras, Nasser Kanaani.

Represalias

Biden ya había prometido represalias. “Investigamos los hechos” pero “sabemos que (el ataque) fue ejecutado por grupos militantes radicales respaldados por Irán, que operan en Siria e Irak”, dijo previamente el mandatario en una declaración.

“Que no haya dudas. Haremos responsables a los involucrados en el momento y de la forma que elijamos”, señaló Biden. “Tomaremos todas las medidas necesarias para defender a Estados Unidos, nuestras tropas y nuestros intereses”, dijo por su parte el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, en un comunicado.

En su cuenta de Telegram, la Resistencia Islámica en Irak, una alianza de grupos armados vinculados a Irán que rechaza el apoyo de Estados Unidos a Israel, reivindicó los “ataques perpetrados el domingo al amanecer con drones” contra tres bases en territorio sirio, entre ellas las de Al-Tanf y Rukban, muy cercanas entre sí, en la frontera con Jordania.

El vocero de Hamás, Sami Abu Zuhri, dijo que la muerte de los soldados “es un mensaje para el gobierno estadounidense, de que a menos que el asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación” musulmana. “La continuación de la agresión estadounidense-sionista en Gaza podría causar una explosión regional”, añadió en una declaración.

Una crisis que se extiende

Estas muertes ocurren en un contexto explosivo. Estados Unidos y fuerzas aliadas en Irak y Siria fueron blanco de más de 150 ataques desde mediados de octubre, según el Pentágono. Se trata de una repercusión directa de la guerra en Gaza entre Israel, aliado de Washington, y Hamás, respaldado por Irán.

Washington llevó adelante retaliaciones tanto en Siria como en Irak. Muchos de estos ataques contra personal estadounidense fueron reivindicados por la Resistencia Islámica en Irak. Desde este enero, Estados Unidos bombardea, con apoyo del Reino Unido, posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, un grupo proiraní que ataca a buques mercantes internacionales en el Mar Rojo y el golfo de Adén.

Además de la guerra en Gaza, Israel sostiene intercambios armados prácticamente a diario con el Hezbolá basado en Líbano, muy cercano a Irán. Israel intensificó asimismo sus ataques contra el gobierno de Siria y contra los grupos pro iraníes allí instalados.

La guerra estalló el 7 de octubre, con la incursión de comandos islamistas que mataron a unas 1.140 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a cerca de 250 en el sur de Israel, según un balance de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.

Las acciones de represalia, con bombardeos incesantes y acciones terrestres en Gaza, dejaron hasta el momento 26.422 muertos, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud de la franja, controlado por Hamás.

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