Israel. AFP.
Muchos de los habitantes de Sederot se marcharon tras el sangriento asalto de Hamás el 7 de octubre, pero una escuela talmúdica reanudó sus clases para revitalizar a esta ciudad israelí muy cercana de la Franja de Gaza.
En la sala de estudio de la yeshivá (escuela talmúdica) de Sederot, las conversaciones de los alumnos se mezclan con el estruendo de los disparos del ejército israelí hacia la Franja, a menos de 5 km. La mayoría de los 35.000 habitantes de la ciudad no volvieron tras ser evacuados luego del ataque de los comandos del grupo islamista palestino el 7 de octubre.
La yeshivá de Sederot, instalada desde hace tres décadas en esta pequeña ciudad del sur de Israel, cerró inmediatamente después del ataque. Pero el instituto y sus 600 alumnos han sido los primeros en volver. “Sederot es una ciudad en vías de desarrollo (...) Hemos venido a reforzar la ciudad con la Torá y el sionismo”, explica a la AFP su director espiritual, el rabino David Fendel. “Cuando tienes la fuerza de cientos de jóvenes idealistas, la vida en Sederot da un giro”, dice el rabino.
Este centro es uno de los institutos clave del sionismo religioso y su dirigente considera que en el futuro tiene que haber “una presencia judía” en el interior de la Franja de Gaza, de donde Israel retiró su ejército y sus colonos en 2005. “Queremos ser los guardianes de la ciudad y estudiamos la Torá aquí porque es el fundamento de la nación judía”, afirma Fendel.
El ejército los autorizó a regresar, pero ahora hay menos estudiantes, ya que muchos de ellos han sido movilizados y luchan en Gaza contra Hamás. “Debemos reforzar nuestras oraciones para nuestros soldados, nuestros rehenes y para el pueblo de Israel”, insiste el rabino Fendel. “La ciudad nos necesita”, zanja.