- San Francisco, Estados Unidos. AFP.
Los presidentes Joe Biden y Xi Jinping se estrecharon las manos en California ayer miércoles y abogaron por reducir las tensiones entre Estados Unidos y China en su primer encuentro en un año.
Un sonriente Biden saludó a Xi luego de que el líder chino se bajó de una limusina negra en el opulento Jardín Filoli, en California, a menos de 50 km de San Francisco. La conversación, que se produce al margen de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es un intento de moderar el tono de ambas potencias en temas como Taiwán, sanciones e intercambio comercial. Biden, flanqueado por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen; y el de Estado, Antony Blinken, tomó primero la palabra y habló por unos minutos a los medios. “Miembros claves de nuestro equipo tuvieron discusiones importantes” desde la última reunión entre ambos mandatarios que se celebró en noviembre de 2022, dijo el anfitrión estadounidense.
“Señor presidente, nos conocemos desde hace mucho tiempo. No siempre hemos estado de acuerdo (…), pero nuestras reuniones siempre han sido francas y directas”. Es “primordial que nos entendamos de verdad, de líder a líder”, agregó Biden.
Enseguida, el mandatario chino, que escuchó a su homólogo mediante traducción, dijo que “darse la espalda no es una opción”. “El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito”. “Siempre y cuando se respeten mutuamente, coexistan en paz, serán completamente capaces de superar sus diferencias”, agregó Xi.
“Usted y yo estamos al frente de las relaciones entre China y Estados Unidos (...) Espero con ansias tener un intercambio en profundidad”. Biden agradeció y se dio inicio a la extensa reunión a puerta cerrada que incluyó un almuerzo de trabajo.
La víspera del aguardado encuentro, Biden señaló que China tiene “problemas reales”. “El presidente Xi es otro ejemplo de cómo se está asentando el restablecimiento del liderazgo estadounidense en el mundo. Tienen problemas reales”, dijo Biden sin detallar más durante un evento de recaudación de fondos horas antes de la reunión.
Así también, afirmó que Estados Unidos no trata “de separarse de China”, sino de “cambiar la relación para mejor”. Dijo que quería “volver a un ritmo normal de correspondencia, pudiendo atender el teléfono y hablar si hay una crisis”.