- Bolivia. AFP.
El fuego rodea a Santa Cruz. Los incendios forestales, agravados por la sequía, vaciaron las escuelas y trajeron de vuelta los tapabocas. La humareda sumió en el gris a la ciudad más poblada y próspera de Bolivia. Con una extensión de 325,6 kilómetros cuadrados y 1,9 millones de habitantes, Santa Cruz parece desfigurada por el calor, las llamas y el humo.
“Da tristeza, porque ahora (la ciudad) se está quedando en las tinieblas por el humo. No se puede ver más allá de una cuadra”, sostiene Luis Surubi, un guardia de seguridad de 40 años. Cientos de bomberos, con la ayuda de helicópteros cisterna, intentan aplacar el fuego que devora el verde que circunda a la capital económica del país. Este año “la quema (de bosques) se está haciendo muy indiscriminadamente”, señala Mauricio Montero, un jubilado de 57 años. Estamos “sin árboles y sin lluvia”, lamenta en declaraciones a la AFP. Pese a estar prohibidas por la ley, la quema de bosque y pastizales con fines agrícolas es una práctica extendida en Bolivia en esta época del año. Los campesinos preparan de esa forma la tierra para la siembra.
La intensa sequía, que castiga a siete de los nueve departamentos bolivianos, algunos de ellos en estado de emergencia, empeoró la situación. “Esta semana hemos tenido temperaturas altas, la máxima que se alcanzó fue de 40,2 grados en Santa Cruz”, apunta la meteoróloga Cristina Chirinos.
Según la experta, han sido los días más calurosos de este siglo, superando incluso el récord de 38 grados de 2004.