Israel. AFP.
Unas mil personas –600 en Israel y casi 400 en Gaza– murieron en dos días de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que capturó a un centenar de israelíes en una ofensiva que tomó por sorpresa al Estado hebreo. “El enemigo está aún en el terreno”, indicó el ejército israelí. El primer ministro Benjamin Netanyahu pidió a los israelíes prepararse para una guerra “larga y difícil” y el ejército anunció que evacuará a todos los habitantes de zonas cercanas a la Franja de Gaza.
La ofensiva desencadenada el sábado por tierra, mar y aire por Hamás, que gobierna Gaza, dejó de momento en Israel más de 600 muertos y 2.000 heridos, 200 de ellos en “estado crítico”, según el balance oficial israelí. Los bombardeos lanzados como réplica por Israel contra Gaza ocasionaron por su lado 370 muertos y 2.200 heridos, indicó el Ministerio de Salud de ese enclave palestino.
El Gobierno israelí indicó además que Hamás había capturado a “más de 100″ personas, tomándolas como “prisioneras”. Israel desplegó decenas de miles de militares con la misión de “liberar rehenes” y “matar a cada terrorista presente en Israel”, afirmó el portavoz del ejército, Daniel Hagari.
En las radios y televisiones israelíes se suceden las entrevistas con personas en busca de parientes desaparecidos. Algunos dicen haberlos reconocido en videos que circulan en redes sociales, sobre personas presuntamente en manos de milicianos de Hamás en Gaza.
El embajador de Israel en Washington, Michael Herzog, dijo que ciudadanos estadounidenses se encontraban entre los secuestrados. También fueron capturadas varias personas con doble nacionalidad alemana e israelí, indicaron fuentes gubernamentales en Berlín. El papa Francisco pidió “que cesen los ataques”, porque “el terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, solo a la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes”.