“Steak house. Enjoy” se lee en las paredes de uno de los restaurantes y bares del hoy desalojado penal de Tocorón (centro-norte de Venezuela), que la banda criminal Tren de Aragua había transformado en centro de operaciones con lujosas áreas de recreación.
El “steak-house” está al lado de la piscina, una doble pileta circular cruzada por un pequeño puente, y en la misma explanada se ve un parque infantil con toboganes, también había un zoológico dentro del reclusorio. Informaron las fuerzas de seguridad que el miércoles pasado tomaron el reclusorio que estaban en poder de la banda que ya extendió sus tentáculos a varios países de América Latina.
Las autoridades llevaron a cabo una visita al lugar guiada para la prensa, muy supervisada y muy parcial. Una treintena de periodistas no verán los túneles de hormigón excavados por la banda, cuyas imágenes circulan en las redes sociales, y tampoco los restos de un zoológico con sus flamencos rosas.
El Tren de Aragua, que supuestamente cuenta con unos 5.000 miembros, apareció en 2014 y opera en actividades mafiosas “clásicas”: secuestros, robos, drogas, prostitución, extorsión. Ha ampliado también su influencia a otras actividades, como la minería ilegal.