Río de Janeiro. Brasil. AFP.
El cuerpo de Bomberos de Brasil ha notificado este sábado pasado el hallazgo de seis nuevos cuerpos entre los escombros del edificio que se derrumbó en el barrio Janga del municipio de Paulista, del estado de Pernambuco, en la zona sureste del gigante sudamericano, lo que deja un balance de 14 fallecidos y siete sobrevivientes.
Según el boletín de la Secretaría de Defensa Social de Pernambuco, las víctimas mortales fueron cuatro mujeres adultas, cuatro hombres y seis menores de edad, tras rescatarse los cuerpos de las tres últimas personas que estaban desaparecidas, una madre con sus dos hijos que murieron abrazados Los fallecidos eran hombres, mujeres y niños de entre 5 y 45 años.
El edificio de cuatro plantas, situado a 17 kilómetros de Recife, la capital del estado; formaba parte de un conjunto de edificaciones expropiadas, pero que fueron ocupados por personas sin hogar, pese a que habían recibido en varias ocasiones orden de desalojo por parte de las autoridades.
El colapso se produjo pasadas las 6.00 horas (hora local) de este viernes pasado, en un momento en que llueve mucho en el área metropolitana de Recife. Según el balance de los Bomberos, otras tres personas --dos adolescentes de 15 años y una mujer de 65-- han sido rescatadas con vida y trasladadas al hospital. Asimismo, cuatro jóvenes de entre 16 y 22 años han sido encontrados fuera del edificio con heridas leves.
Las columnas del edificio que cedió tenían tres pisos y estaban acopladas a un complejo mayor de viviendas, según imágenes difundidas por la prensa local. Los apartamentos habían sido clausurados en 2010 por presentar riesgo de derrumbe, pero estaban ocupados irregularmente, según la Defensa Civil.
En abril, otro edificio en condiciones similares se derrumbó en la ciudad de Olinda, Pernambuco, dejando seis muertos. El colapso de viviendas en Brasil suele ocurrir en barrios pobres, donde la construcción ilegal es rampante y la población tiene menos acceso a casas dignas y seguras.
En 2020, dos edificios construidos irregularmente en una favela de Rio de Janeiro (sureste) se desplomaron tras varios días de intensas lluvias y dejaron un saldo de 24 muertos. Los períodos de fuertes lluvias también suponen un riesgo por los frecuentes deslizamientos de tierra que provocan, una seria amenaza para los habitantes de asentamientos irregulares.
En febrero, 65 personas murieron por deslizamientos causados por precipitaciones récord en Sao Sebastiao, un balneario turístico a unos 200 km de la ciudad de Sao Paulo (sureste). Unos 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo sujetas a deslizamientos o inundaciones en Brasil, país de 203 millones de habitantes.