Estados Unidos. AFP.
Los equipos de rescate multiplicaron ayer sus esfuerzos por mar y aire para encontrar el sumergible con cinco personas a bordo desaparecido en el océano Atlántico cuando se dirigía a los restos del Titanic, en el que queda oxígeno para menos de dos días.
La comunicación con el sumergible Titán, de 6,5 metros de eslora, se perdió el domingo durante su descenso hacia los vestigios del mítico transatlántico, que se encuentran a casi 4.000 metros de profundidad a unos 600 kms de Terranova, en el Atlántico Norte.
El capitán del servicio de Guardacostas estadounidense, Jamie Frederick, dijo en una conferencia de prensa que el rastreo de unos 13.000 km2 no ha dado “ningún resultado” hasta ahora. “Sabemos que quedan unas 40 horas de oxígeno” en el sumergible, dijo hacia las 17:00 GMT de ayer. El Instituto Oceanográfico francés anunció el envío de un robot submarino para ayudar en las labores de búsqueda mientras un avión P-3 de Canadá lanzó boyas de sonar en la zona de los restos del Titanic para tratar de detectar cualquier sonido procedente del pequeño sumergible.
Mike Reiss, guionista de televisión estadounidense que visitó los vestigios del Titanic en el mismo sumergible el año pasado, declaró a la BBC que la experiencia fue desorientadora. La presión es 400 veces mayor que en la superficie. “La brújula dejó de funcionar inmediatamente y empezó a dar vueltas, así que tuvimos que dar vueltas a ciegas en el fondo del océano, sabiendo que el Titanic estaba en algún lugar”, dijo Reiss.
“El reloj no se detiene y cualquier submarinista o buceador de profundidad sabe lo implacable que es el entorno abisal: ir bajo el mar es tanto o más difícil que ir al espacio desde el punto de vista de la ingeniería”, declaró el profesor asociado de la Universidad de Adelaida Eric Fusil en un comunicado.