Roma, Italia. AFP.
El papa Francisco, de 86 años, fue operado ayer en Roma con anestesia general de una hernia abdominal sin complicaciones, indicó su cirujano, tras un nuevo percance en la frágil salud del pontífice.
Esta operación “benigna”, que se decidió el martes, no le provocará secuelas, explicó en rueda de prensa el doctor Sergio Alfieri, jefe de la unidad de cirugía digestiva compleja del hospital Gemelli de Roma, precisando que Jorge Bergoglio no padece ninguna otra patología.
La intervención, que duró tres horas en presencia de una docena de médicos, consistió en una laparotomía (incisión del abdomen) y la colocación de una prótesis.
“La operación, concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al santo padre, se hizo necesaria debido a una eventración incarcerada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”, explicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. Las audiencias del papa argentino fueron anuladas hasta el 18 junio “por precaución”, según el servicio de prensa de la Santa Sede, pues la intervención requerirá “varios días” de hospitalización.
“El papa está alerta y consciente y agradece los numerosos mensajes de proximidad y de ruego que le han llegado”, declaró Alfieri, que ya operó al sumo pontífice en 2021.
Francisco “reaccionó bien tanto a la operación como a la anestesia” y “bromeó conmigo”, añadió.
Tras su operación, el papa permanecerá en la décima planta del hospital Gemelli, en la misma habitación utilizada por Juan Pablo II, operado en varias ocasiones en ese centro médico.