Unterlüß, Alemania. AFP.
En un páramo del norte de Alemania, varios proyectiles de 120 mm con la punta de tungsteno pintada de negro esperan, alineados en cajas de madera, su próximo envío a Ucrania.
En Baja Sajonia, la compañía armamentística Rheinmetall hace funcionar a pleno rendimiento el complejo industrial de defensa más grande del país. El objetivo es cubrir las necesidades en vehículos blindados y municiones destinados al frente de la guerra en Ucrania y reponer las existencias de los estados miembros de la OTAN.
“Estamos trabajando duro para producir municiones para tanques”, explica Harald Weismüller, director de la planta de Unterlüss, al norte de Hannover, en medio del ruido de máquinas que en su mayoría llevan décadas de servicio. Rheinmetall es el mayor fabricante europeo de munición para tanques y piezas de artillería, por delante del noruego Nammo o el francés Nexter.
El producto estrella en la plana de Unterlüss son los proyectiles de 120 mm destinados a los blindados Leopard 2, un tanque alemán que Berlín autorizó este año entregar a Ucrania después de meses de dudas. Antes de la guerra se producían aquí 60.000 piezas al año, pero ahora son 240.000.