- Budapest, Hungría-AFP.
El papa Francisco, incansable defensor de la “apertura a los demás”, pidió “erradicar los males de la indiferencia” durante un encuentro con refugiados en el segundo día de su visita a Hungría.
Unos 600 refugiados -en su mayoría originarios de Ucrania- y personas pobres se reunieron en la iglesia neogótica de Santa Isabel, construida a finales del siglo XIX en el corazón de la capital. Un millar de fieles también asistieron al evento en la plaza.
Después de escuchar diversos testimonios, el Papa agradeció a los húngaros, en particular a las asociaciones religiosas, la acogida dada a los ucranianos, sin mencionar a los refugiados de otros países.
Al gobierno del primer ministro Viktor Orbán le gusta presumir de la hospitalidad ofrecida a las personas provenientes de Ucrania en guerra, tema central de esta segunda visita papal en menos de dos años al país de Europa central.
Sin embargo, el Ejecutivo levantó vallas en las fronteras, detuvo a refugiados en “zonas de tránsito” -actualmente cerradas- y restringió la presentación de solicitudes de asilo a las embajadas en el extranjero. En alusión a esta política, el jesuita argentino, de 86 años y con una salud delicada, marcó la pauta a su llegada el viernes, advirtiendo contra la “rigidez y las cerrazones” y la tendencia al “repliegue”.