México. AFP.
Combatir el tráfico de fentanilo, droga sintética con precursores procedentes de China que ha matado a decenas de miles de estadounidenses, requiere de una estrategia global semejante a la emprendida contra el covid-19, dijo ayer el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
El hombre de confianza del presidente Biden en México ofreció una rueda de prensa en la que hizo un balance del encuentro que el jueves sostuvieron los equipos de seguridad de ambos países en Washington, al cual describió como “histórico” por los acuerdos alcanzados para combatir el tráfico de drogas y de armas. “Se tiene que unir el mundo, esto no es nada más de Estados Unidos y México. Los gobiernos de Europa están viendo lo que está pasando con el fentanilo. Sabemos que otros países en Latinoamérica ahora lo están viendo con muchísimo más interés porque es un veneno, porque es una droga que se produce mucho más fácil”, dijo Salazar.
El tráfico ilícito de esta sustancia, un opioide sintético que puede ser hasta 50 veces más poderoso que la heroína, se ha convertido en uno de los mayores focos de tensión entre ambos gobiernos toda vez que la mayor parte de esta droga llega a Estados Unidos desde China vía México. “Hace cinco años no se hablaba mucho del fentanilo, ahora se está hablando por todo el mundo”, añadió el embajador.
El viernes, el Departamento de Justicia acusó a 28 personas de tráfico de fentanilo, entre ellos tres hijos del capo narcotraficante recluido en EEUU Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como proveedores de precursores químicos en China, un intermediario en Guatemala, operadores de laboratorios clandestinos de México, un traficante de armas e implicados en lavado de dinero.