Vaticano. AFP.
El papa Francisco condenó ayer los numerosos “escollos” que obstaculizan a la paz en el mundo, incluida la nueva espiral de violencia en Oriente Medio, en su tradicional bendición “urbi et orbi” tras la misa de Pascua. Ante unos 100.000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa argentino expresó su “profunda preocupación” por la nueva oleada de tensiones en Oriente Medio, que amenaza el “diálogo” entre israelíes y palestinos. Las violencias que tuvieron lugar en Jerusalén y en la región esta semana “amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos”, declaró el pontífice, de 86 años.
El desalojo de los fieles palestinos en plenas fiestas religiosas suscitó una oleada de condenas y una nueva espiral de violencia en la región. El último episodio de esta escalada de violencia se produjo ayer. El ejército israelí anunció haber atacado a Siria en respuesta al lanzamiento de cohetes contra los altos del Golán anexionados, luego de varios días de ataques similares desde los vecinos Líbano y la Franja de Gaza.
Durante su bendición, Francisco también se refirió a la invasión rusa de Ucrania e instó a reconfortar a “los heridos” y a los que perdieron “a sus seres queridos a causa de la guerra”. A continuación, llamó a la comunidad internacional a “poner fin a esta guerra y a todos los conflictos que ensangrientan al mundo”.