Kiev, Ucrania. AFP.
Las tropas ucranianas liberaron ayer viernes la ciudad de Jersón, en el sur del país, y reivindicaron una “importante victoria” ante Rusia, que retiró sus fuerzas de la única capital regional que habían conseguido tomar en casi nueve meses de combates.
“¡Hoy es un día histórico!”, declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Jersón es “nuestra”, proclamó, precisando que el ejército se encontraba en la periferia de la ciudad, aunque las “unidades especiales” ya habían entrado en la urbe. El Ministerio de Defensa había anunciado previamente que Jersón había vuelto “bajo control de Ucrania”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, difundió un video en que se ve, según él, a habitantes de la localidad de Bilozerka, a pocos kilómetros de Jersón, arrancando un enorme cartel que proclamaba “Rusia está aquí para siempre”. Este repliegue es una “importante victoria” y demuestra que “sin importar lo que haga Rusia, Ucrania va a ganar” la guerra, afirmó Kuleba.
La retirada rusa, la tercera de envergadura desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, representa un duro revés para el presidente ruso, Vladimir Putin, que proclamó a finales de setiembre la anexión de cuatro regiones ucranianas, entre ellas Jersón. Putin había prometido defender “por todos los medios” esas regiones y amenazó entre líneas con recurrir al arma nuclear.
Pero ante la contraofensiva ucraniana lanzada a finales del verano, el ejército ruso anunció el miércoles pasado que abandonaba la parte norte de la región, incluida su capital homónima, para consolidar posiciones en la margen opuesta del río Dniéper, una barrera natural. “Más de 30.000 militares rusos y cerca de 5.000 piezas de armamento y vehículos militares fueron retirados” de la margen occidental del Dniéper, indicó ayer viernes el Ministerio ruso de Defensa.
En la capital, Kiev, se vivieron tras el anuncio escenas de júbilo, con bocinazos y música en las calles. “¡Jersón es Ucrania!”, celebró su alcalde, Vitali Klitschko. “¡Por fin, mi ciudad libre! La ciudad donde nací, donde viví toda mi vida”, dijo con lágrimas en los ojos Nastia Stepenska, de 17 años, que se refugió en la capital al inicio de la guerra. “Volveré cuando sea posible y seguro. Pronto, espero”, agregó, en referencia a los combates que siguen sacudiendo la región.