Nueva York. AFP
Fuerte caída de los rendimientos, campos sin cosechar: la falta de lluvias durante meses en el medio-oeste de Estados Unidos cuesta muy caro a los agricultores en una región agrícola esencial para el país.
De las aproximadamente 1.600 hectáreas de la finca Tucker, en Venango (Nebraska), “solo pudimos cosechar unas 200″ este año, dijo Rachel Tucker. Trigo, principalmente, “pero buena parte del resto se vio quemado por el sol”.
La sequía atrajo a los saltamontes, que amenazan con atacar las flores que también cultivan los Tucker. La agricultora compró mantis religiosas para deshacerse de ellas, con éxito.
Si bien el oeste de Estados Unidos sufre de estrés hídrico desde hace varios años, hay que remontarse a 2012 para encontrar rastros de un episodio similar en el medio-oeste.
“Es peor” que hace diez años, dice Rachel Tucker. Su esposo, cuyo abuelo ya cultivaba la tierra, afirma que la situación no era “tan mala desde la década de 1930″.
La misma historia se repite un poco más al sur, en Scott City, en el oeste de Kansas.
“Hablé con los agricultores de mayor edad esta mañana. Septuagenarios, octogenarios. Y dijeron que nunca habían visto algo así. Así que es bastante catastrófico”, resume Marc Ramsey, cuya familia se dedica a la agricultura desde hace casi 100 años.
El agricultor no ha visto lluvias significativas desde la última semana de julio. “Cinco centímetros de lluvia”, dijo, “eso es todo lo que hemos tenido este año”.
“Es quizás un poco diferente a 2010, 2011 y 2012″, estimó Rex Buchanan, del Servicio Geológico de Kansas. “Parece que cuando la lluvia se detiene, se detiene por completo”.
MANTENER LA ESPERANZA
La sequía ha afectado a los tres principales cultivos de Estados Unidos –trigo, maíz y soja– por lo que el Departamento de Agricultura (USDA) recientemente debió reducir significativamente su previsión de rendimiento nacional.
En el medio-oeste, además de Kansas y Nebraska, Dakota del Sur también se ve particularmente afectada.
Estos tres estados aportan normalmente un tercio de la producción estadounidense de trigo de invierno y una cuarta parte de la de maíz, cuya cosecha se encuentra actualmente en pleno apogeo.
Alrededor del 30% de las tierras de Marc Ramsey son irrigadas. Estas parcelas han tenido un mejor desempeño que el resto. Pero algunos daban solo 5 toneladas de maíz por hectárea, cuando suelen producir más del doble.