Cabrobó, Brasil. AFP.

La poderosa industria agroalimentaria de Brasil respalda mayoritariamente al presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, pero en el rodeo “Pega de Boi no Mato”, en el estado natal de su adversario Luiz Inácio Lula da Silva, los vaqueros aman al ex presidente izquierdista.

En la áspera y semiárida región del Sertão, en el noreste de Brasil, nació esta singular tradición de rodeo, en la que vaqueros a caballo persiguen a un toro entre espesos matorrales sembrados de cactus, compitiendo para quitarle al animal una etiqueta de cuero que le cuelga del cuello. Sangrando por el párpado izquierdo, el vaquero José Vasconcelos parece haber tenido una experiencia cercana a la muerte mientras se quita el pesado traje de cuero que usa para protegerse. A pesar de que no pudo atrapar al toro, está exultante. “¡Es lo mejor! Uau, qué adrenalina. Ni siquiera puedo explicarlo”, dice el fornido hombre de 29 años.

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Más allá de los gritos de los vaqueros, hay un fuerte ambiente político en la Fazenda Piuta, un rancho ganadero en las afueras de Cabrobó, en el estado de Pernambuco, a cinco horas en automóvil desde Garanhuns, ciudad natal de Lula. El enfrentamiento electoral entre el ex presidente y Bolsonaro es un tema candente y, como parece ser el caso de prácticamente todos en este rodeo, Vasconcelos no se identifica con el actual mandatario. “No sé mucho de política, pero sé una cosa: Bolsonaro no es un buen presidente”, dice. Parco de palabras, cita una queja común: la inflación. “En la época de Lula, la gasolina era más barata. Todo lo era”.

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