Seúl, Corea del Sur. AFP.
Corea del Norte disparó ayer martes un misil balístico sobre Japón –el primero en cinco años– y que llevó a Tokio a activar el sistema de alarma y a urgir a su población a buscar refugio. La última vez que Pyongyang disparó un misil por encima de Japón fue en el 2017, durante un período de alta tensión entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el entonces presidente estadounidense Donald Trump.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el lanzamiento y lo calificó como una “escalada”. En tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condenaron de forma conjunta la prueba “en los términos más firmes”.
Ambos líderes afirmaron que el lanzamiento fue “un peligro para el pueblo japonés, desestabilizador para la región y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Biden también reiteró el “compromiso férreo de Estados Unidos con la defensa de Japón”. El ejército surcoreano indicó que había “detectado un presunto misil balístico de alcance intermedio que fue lanzado desde la zona de Mupyong-ri en la provincia de Jagang a las 7:23 (22:23 GMT del lunes) y que pasó por encima de Japón en dirección este”.
Posteriormente precisó que el misil voló 4.500 kilómetros, lo que supone un nuevo récord para las pruebas norcoreanas.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, calificó la prueba como “una provocación” y afirmó que viola las regulaciones de la ONU y prometió por “una respuesta firme”. En respuesta, las fuerzas aéreas surcoreana y estadounidense realizaron un simulacro de bombardeo de precisión con aviones F-15K de Seúl y F-16 de Washington.
Los caza surcoreanos “dispararon dos bombas conjuntas de ataque directo a un blanco virtual en el mar Amarillo”, informó el Estado Mayor Conjunto de Seúl. En la misma jornada ocho aviones militares japoneses y cuatro estadounidenses realizaron ejercicios al oeste de la región japonesa de Kyushu.