Moscú. AFP.
El presidente ruso, Vladimir Putin, organizó el viernes una solemne ceremonia en Moscú para celebrar la anexión de cuatro territorios ucranianos ocupados por su ejército, a lo cual el gobierno de Ucrania respondió pidiendo una admisión rápida a la OTAN.
Este fastuoso evento en el Kremlin -que es un punto de inflexión en la era postsoviética- se produjo unas horas después de que un bombardeo dejó 30 muertos en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, uno de los peores ataques contra civiles en meses. Putin se mostró desafiante en su intervención ante la élite política rusa, al dirigirse a los occidentales para afirmar que la anexión es irreversible, pese a las condenas internacionales. “Quiero decirle esto al régimen de Kiev y a sus amos en Occidente: los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporiyia se convierten ahora en nuestros ciudadanos para siempre”, afirmó Putin.
“Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones”, agregó Putin.
En una sala atestada de gente, los invitados corearon al unísono “¡Rusia! ¡Rusia!”, después de que los representantes de las cuatro regiones firmaran el pacto. Putin -quien desde la pandemia ha reducido al máximo cualquier contacto físico- unió sus manos a las de los cuatro representantes de las regiones anexadas mientras gritaban al unísono.
En respuesta, Estados Unidos anunció “severas” sanciones contra funcionarios rusos y contra la industria de defensa del país, y afirmó que los aliados del G7 acordaron sancionar a cualquier Estado que apoye la anexión.