Estados Unidos. AFP.
La lucha contra la inflación en Estados Unidos “hará sufrir a las familias y las empresas”, pero renunciar sería mucho peor para la economía, advirtió ayer el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, en un discurso que derrumbó los mercados bursátiles. En una declaración de rara contundencia durante la conferencia anual de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming), advirtió que la Fed utilizará “vigorosamente todas sus herramientas” para combatir el alza de precios, a través de la subida de tasas de interés. Además, sostuvo que volver a la estabilidad de precios “tomará tiempo” e implicará “un largo período de crecimiento más débil” y un debilitamiento del mercado laboral.
La inflación a 12 meses en Estados se modera tras las subidas de tipos de interés por parte del banco central, y marcó 8,5% en julio contra 9,1% en junio, según el índice de precios al consumo (PCI). Se trata de niveles récord en 40 años. Esta política tendrá “costos desafortunados”, machacó Powell, quien reiteró que el organismo está listo para “otra fuerte alza excepcional de tasas” en la próxima reunión de su comité monetario en setiembre, luego de dos incrementos consecutivos de 75 puntos de base.