MADRID. EUROPA PRESS -

El primer ministro de Taiwán, Su Tseng Chang, ha avisado este domingo a China de que la isla nunca aceptará sus reclamaciones soberanistas y ha garantizado que no cederá a la presión de sus ejercicios militares, incrementados durante los últimos días en represalia por la visita al territorio de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, que Pekín ha considerado como una afrenta. “China ha utilizado brutalmente acciones militares para perturbar la paz y la estabilidad regionales”, ha hecho saber el primer ministro en declaraciones ante los medios, recogidas por Bloomberg.

“Nunca nos doblegaremos ante la presión. Defendemos la libertad y la democracia, y creemos que los taiwaneses desaprueban las acciones de intimidación de China con la fuerza y el ruido de sables en nuestra puerta”. Su ha pedido una vez más al gobierno chino que abandone estos ejercicios, considerados por los expertos taiwaneses como un simulacro de invasión.

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“No es solo Taiwán el que sufre”, ha manifestado. “Incluso los países vecinos han protestado en voz alta, y los países democráticos y amantes de la libertad como Estados Unidos lo han condenado enérgicamente”, ha añadido.

Se espera que China realice a lo largo de este fin de semana simulacros en siete zonas que rodean a Taiwán propiamente dicho, en lugar de las seis que Pekín anunció anteriormente, según la Oficina Marítima y Portuaria de Taiwán en un comunicado recogido por el Taipei Times.

Los ejercicios chinos han provocado que los barcos comerciales se lo piensen dos veces antes de entrar en Taiwán, ya que la zona de simulacros se encuentra a menos de 15 millas náuticas del puerto de Kaohsiung, en el sur de la isla.

NUEVAS MANIOBRAS

China concluyó este domingo las mayores maniobras militares de su historia en torno a Taiwán, una airada respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la isla, que llevó los vínculos bilaterales a su punto más bajo en años. Aunque Pekín anunció ya nuevas maniobras en el mar Amarillo, situado entre China y la península de Corea, hasta el 15 de agosto. En respuesta a la visita de Nancy Pelosi, la segunda en la línea de sucesión presidencial, China suspendió su cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo la lucha contra el cambio climático y cuestiones de defensa. También desplegó aviones de combate, buques de guerra y misiles balísticos alrededor de Taiwán, lo que los analistas consideran como un simulacro de bloqueo y de invasión de la isla. El ministerio de Transportes de Taiwán dijo que seis de las siete “zonas de peligro temporal” que China advirtió a las aerolíneas que debían evitar volvieron a la normalidad, lo que indica la proximidad del fin de los ejercicios.

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