MADRID. EUROPA PRESS
Este sábado miles de personas han recordado la ciudad japonesa de Hiroshima el 77º aniversario del lanzamiento de una bomba nuclear estadounidense, la primera de la historia detonada contra población civil, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Como cada año, los ciudadanos se han concentrado en el parque Monumento a la Paz de la ciudad con la participación del primer ministro nipón, Fumio Kishida, y representantes de 99 países y de la ONU, con su secretario general, António Guterres, a la cabeza. Ha sido el primer máximo responsable que de la ONU que participa en esta ceremonia anual en los últimos doce años.
Este año han asistido unas 3.000 personas, muchas más que en las anteriores ceremonias del 2020 y 2021, para rendir homenaje a las 4.978 personas víctimas de la explosión que han muerto en el último año, con lo que el total oficial suma 333.907. La ceremonia ha incluido un minuto de silencio a las 8:15 horas, la hora exacta en la que se detonó la bomba, que mató de inmediato a 140.000 personas y expuso a muchas más a radiación.
Kishida ha asegurado que “no importa lo estrecho, pedregoso y difícil que sea el camino” para un mundo sin armas nucleares, Japón seguirá persiguiendo este objetivo a pesar de la “tensión” global y siguiendo tres principios: no posesión, no producción y no tolerar armas nucleares en el país.