Colombo, Sri Lanka. AFP.
El presidente de Sri Lanka hizo saber este sábado que renunciará el próximo miércoles, poco después de que una multitud enardecida lo obligara a huir de su residencia, llevando a su paroxismo la crisis desencadenada por el hundimiento económico del país. Cientos de miles de personas se congregaron desde la mañana en Colombo, la capital, para exigir que el mandatario, Gotabaya Rajapaksa, asumiese la responsabilidad por los desajustes financieros que arruinaron a este país isleño de Asia meridional.
Y varios centenares forzaron la entrada del palacio presidencial y obligaron a Rajapaksa a abandonar precipitadamente el lugar. Las redes sociales mostraron imágenes de los invasores deambulando por los salones del edificio de la época colonial británica y a algunos refrescándose en la piscina del lugar. “El presidente ha sido escoltado a un lugar seguro”, dijo una fuente militar a la AFP. “Sigue siendo el presidente y está bajo protección de una unidad militar”, añadió. Para garantizar su evacuación, los militares tuvieron que efectuar varios disparos al aire, manteniendo a raya a la muchedumbre. Poco después, las oficinas del mandatario, en el distrito administrativo, también cayeron en manos de los manifestantes.
Los manifestantes también atacaron e incendiaron la residencia privada del primer ministro, Ranil Wickremesinghe. Por la noche, el presidente del Parlamento anunció por televisión que, “para garantizar una transición pacífica, el presidente (Rajapaksa) dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio”. El primer ministro Wickremesinghe, primero en la línea de sucesión, convocó durante el día una reunión de emergencia con líderes de otros partidos y se dijo dispuesto a dimitir para permitir la formación de un gobierno de unidad nacional.