Washington, Estados Unidos. AFP.

El Banco Mundial pre­para una ayuda de 170.000 millones de dólares en 15 meses para que los países puedan afron­tar múltiples crisis, como la alimentaria y humanitaria provocada por la guerra en Ucrania, anunció este lunes su presidente, David Malpass.

“Es una respuesta masiva continua a la crisis”, dijo a los periodistas al comienzo de las reuniones de primavera boreal de la institución. Citó en particular la inseguridad alimentaria y la crisis de refu­giados vinculada a la guerra en Ucrania.

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Millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, han huido de Ucrania debido a los ataques de Rusia. El BM exa­minará durante las próximas semanas un nuevo paquete de ayuda de aproximadamente 170.000 millones (157.000 millones de euros) reparti­dos en 15 meses entre abril del 2022 a junio del 2023, precisó.

“Esperamos movilizar alre­dedor de 50.000 millones (46.000 millones de euros) de esta cantidad en los próxi­mos tres meses”, sostuvo. A modo de comparación, la junta directiva de la organi­zación aprobó en 2020 el des­embolso de 157.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis provocada por la pan­demia de coronavirus.

Malpass también mostró pre­ocupación por el endeuda­miento de los países pobres. “Prevemos que la crisis de la deuda empeorará en 2022″, dijo, y señaló que estos paí­ses sufren una “tensión finan­ciera fuerte”. En total el 60% de los países de bajos ingre­sos ya se encuentran sobreen­deudados o en alto riesgo de sobreendeudamiento.

La semana pasada, Malpass volvió a pedir que se mejore el marco del G20 para la rees­tructuración de la deuda. Y sugirió “establecer un crono­grama que permita al comité de acreedores suspender los pagos del servicio de la deuda y los intereses moratorios ampliando la elegibilidad” de países que podrían apli­car a estos beneficios.

INVOLUCRAR A ACREEDORES

El titular del Banco Mundial, David Malpass, también recomendó involucrar a los acreedores privados en el proceso de reestruc­turación de deuda. Al comienzo de la pandemia de covid-19, los países ricos del G20 ofrecieron a las naciones pobres una mora­toria en los pagos de la deuda hasta fines del 2020 y posterior­mente lo prolongaron hasta fines del 2021.

En paralelo a esta iniciativa de suspensión del pago de la deuda (DSSI), en noviembre del 2020 crearon un “marco común” para reestructurar, o incluso cancelar, la deuda de los países que lo solicitaran. Pero por ahora, los acreedores privados, en particu­lar los chinos, lo están frenando. El miércoles se celebrará una reunión G20, donde se abordará el tema.

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