AFP.
La guerra en Ucrania, “que viola la Carta de las Naciones Unidas”, afecta a 74 países en desarrollo y a 1.200 millones de personas, dijo ayer el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Nuestro análisis indica que 74 países en desarrollo, con una población total de 1.200 millones de personas, son especialmente vulnerables a la subida de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes”, afirmó al abrir una reunión del Consejo de Seguridad.
Su adjunta para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, expresó la “grave preocupación” de la ONU por el uso de bombas de racimo en zonas residenciales. “Estas armas causan la mayor parte de las víctimas civiles, así como la destrucción masiva de infraestructuras civiles, como edificios residenciales, hospitales, escuelas, estaciones de agua y sistemas eléctricos”, dijo.
La ONU informó que recibió testimonios “creíbles” de que Rusia habría utilizado bombas de racimo en zonas pobladas de Ucrania al menos 24 veces. “Las alegaciones según las cuales las fuerzas ucranianas habrían utilizado esas armas también están siendo investigadas”, añadió DiCarlo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, participó en esta sesión a través de una videoconferencia. Según la ONU, es la primera vez que el jefe de un Estado devastado por la guerra se dirige al Consejo de Seguridad de esta manera. “La guerra en Ucrania debe terminar, ahora. Necesitamos negociaciones serias para la paz, basadas en los principios de la Carta de las Naciones Unidas”, añadió el jefe de la ONU.
Según Guterres, esto representa “uno de los mayores desafíos que jamás se han planteado al orden internacional y a la arquitectura de la paz mundial basada en la Carta de la ONU. Por su naturaleza, su intensidad y sus consecuencias”. “La ofensiva rusa también ha provocado el desplazamiento de más de diez millones de personas en solo un mes, el movimiento forzoso de población más rápido desde la Segunda Guerra Mundial”, señaló Guterres.