China. AFP.
Millones de ciudadanos fueron puestos en confinamiento ayer en China, tras registrar la cifra más alta de contagios por covid-19 en dos años, pero la política de “cero covid” provoca fatiga entre la población e, incluso, dudas sobre su efectividad.
El gigante asiático notificó ayer 3.939 contagios de covid-19 en 24 horas, el dato más alto en los últimos 24 meses en el país, donde la población de varias ciudades fue confinada por brotes del virus, informó la Comisión Nacional de Salud.
Debido al brote, los barrios fueron acordonados uno a uno en Shangái, la metrópolis más poblada de China, y cerrados centros comerciales, restaurantes y escuelas.
En el centro tecnológico del sur, Shenzhen, limítrofe con Hong Kong, 17 millones de personas fueron aisladas este domingo tras identificar 66 casos, mientras que 19 provincias enfrentan brotes de las variantes Ómicron y Delta del coronavirus.
China, donde el virus fue detectado por primera vez a finales del 2019, ha seguido una política estricta de “cero covid” con confinamientos, restricciones de viaje y pruebas masivas cuando se detectan focos infecciosos. Sin embargo, la cifra de contagios en un país de 1.400 millones de habitantes es pequeña si se compara con la de otras naciones.
China ha logrado mantener hasta el momento los casos de coronavirus a un nivel bajo gracias a las medidas draconianas, pero el agotamiento hace mella cada vez más en el país. Algunos responsables preconizan ahora medidas más blandas, al mismo tiempo que economistas alertan de daños a la economía por los confinamientos. La semana pasada, un destacado científico chino indicó que el país debería tratar de vivir con el virus, como lo han hecho otros países.