La vacuna rusa Sputnik V aún no ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA), aunque ya ha sido aplicada en varios países. Esa aprobación es hasta hoy su mayor traba para expandir su uso. Los patrocinadores de Sputnik V han sugerido durante meses que la aprobación es inminente, según publicaba AFP en enero; sin embargo, este paso podría tener trabas ante la crisis desatada por la invasión rusa a Ucrania.
Aunque algunos medios rusos han culpado a Occidente, lo cierto es que Rusia aún no ha proporcionado toda la información solicitada por la OMS para certificar la vacuna Sputnik V, insignia del país. Así lo admitió el mes pasado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según AFP.
Desde el inicio del conflicto hasta el reciente despliegue militar ruso sobre Ucrania, Vladimir Putin recibió amenazas de sanciones económicas por parte de las naciones integrantes de la OTAN. Pero estas medidas podrían llegar incluso más lejos, ya que ahora se abre la incógnita sobre el futuro de la aprobación de la Sputnik V por parte de la OMS.
El Estado federado alemán de Baviera, por ejemplo, tomó la decisión de bloquear la producción del desarrollo ruso. “Es inconcebible desde nuestro punto de vista que este proyecto ahora pueda realizarse. Se acabó”, sentenció Markus Soder, el primer ministro de la región alemana.