La probabilidad de incendios forestales que devastan enormes superficies, como los de Australia en el 2019 y el 2020 o el del Pantanal sudamericano en el 2020, aumentará entre 31 y 52% a lo largo de este siglo, advirtió ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los incendios naturales, accidentales o provocados no son causados directamente por el calentamiento del planeta, pero suelen deberse a sequías cada vez más intensas y prolongadas, explica el informe que publicó ayer la ONU y el centro de estudios medioambientales GRID-Arendal.
“Incluso si se cumplen los esfuerzos más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta sufrirá un aumento dramático de la frecuencia de las condiciones que favorecen los incendios extremos”, dice el documento, según AFP.También se informó que, incluso si el mundo lograra reducir el aumento de la temperatura media a +2 °C respecto a la era preindustrial, objetivo principal de los acuerdos de París, el número de incendios catastróficos aumentará entre un 9% y un 14% hasta el 2030, entre 20 y 33% hasta el 2050 y entre 31 y 52% hasta el 2100.
EL PANTANAL
Con las nuevas condiciones climáticas, esos acontecimientos inusuales “incrementarán su probabilidad ligeramente”, explicó uno de los autores del informe, Andrew Sullivan, de la agencia australiana CSIRO, en conferencia de prensa.El informe no aborda el aumento de todas las categorías de incendios forestales, pero el especialista explicó que “es probable que los episodios menos extremos aumenten igualmente”.
Entre los casos que analizó el estudio, un incendio “emblemático” fue el del Pantanal sudamericano, el mayor humedal del planeta, situado entre Brasil, Bolivia y Paraguay. La región sufría una fuerte sequía desde el 2019 y los incendios excepcionales estallaron al año siguiente, provocando la pérdida de aproximadamente 4 millones de hectáreas hasta agosto del 2021.